El papel del psicodrama en estos tiempos para las mujeres

"El psicodrama es una ventana inmensa para trabajar situaciones personales donde un grupo te sostiene", explica una maestra de psicodrama

Ursula Hauser, Ana Ara, Beatriz Uber y Leonila Argüello profesoras de psicodrama analizan la importancia del papel de una de las herramientas terapéuticas para sanar traumas en las mujeres, el psicodrama. Sobre todo en estos tiempos de conflictos hostiles y aumento de la violencia machista en Nicaragua, más ahora con la llegada de la pandemia de la COVID-19.

El  espacio que brinda el psicodrama a las mujeres es para visibilizar sus historias, sus sentires, porque quizá nunca han podido hablar de esas situaciones. Además pocas conocen de esta herramienta, Ursula Hauser maestra de psicodrama en Argentina, explica que el psicodrama es un espacio de confianza acompañado de la psicología y las artes dramáticas, siendo una terapia de liberación.

En Nicaragua se viene trabajando desde muchos años en la implementación de esta herramienta en los procesos con mujeres rurales desde el Colectivo de Mujeres de Matagalpa, como una metodología para contar historias y sanar.  En este espacio pueden expresarse, ya que no tienen otro lugar donde compartir estas historias duras, pesadas, de sufrimientos, de violencias de parte de sus parejas, familiares y un sistema machista.

“Esta organización innovó y llevó esta metodología para que las mujeres que son uno de los sectores más desfavorecidos de la población, tuvieran la oportunidad de escucharse entre sí, y sanar” argumenta Beatriz Uber también psicodramatista.

«El psicodrama ayuda en tiempos de conflictos armados o políticos, las mujeres puedan sanar sus huellas de represión, de las torturas y los miedos», enfatiza Ana Ara. Es un espacio de contención, para poder elaborar el pasado, fortalecer y empoderar a las mujeres, para confrontarse con la realidad a fuera, en el contexto político cultural, y sobre todo en la realidad que muchas mujeres viven en Nicaragua, añade Hauser.

Puede leer: Jóvenes organizados en cooperativa Tres Pinos reciben taller radial

“En psicodrama no generamos ni reproducimos la violencia, sin embargo surrealistamente se necesita poder liberar  esa necesidad de gritar y decir ~Nunca más hagas eso a una mujer, ni una violación~, esto da fuerza para lograr fortalecer la seguridad, sabiduría y el sentido de justicia”, recalca Hauser.

Leonila Argüello psicóloga y maestra de teatro espontáneo narra que esta herramienta le ayudó en su vida personal, y es importante para trabajar el tema el abuso sexual, desde entonces lo implementa en sus consultas. Argüello explica qué esta forma de trabajar las historia no solo ayuda a la protagonista, sino a las otras que están en el grupo, y recalca lo importante de trabajar en colectivo.

Es liberar, liberarse de la culpa que se ha incrustado por el hecho de ser mujer, respecto a las historias que no deben ser contadas por la cultura del silencio, el tabú de decir no me pasa nada, esta herramienta ayuda a vaciar esa mochila que se carga desde nuestras ancestras, finaliza Ursula Hauser.

---