El afilador de cuchillos un comerciante que decidió emprender
Con una máquina manual, sus ganas de trabajar y su amabilidad Doroteo Centeno Zeledón se prepara cada mañana para afilar los cuchillos a quienes lo necesiten
Cada mañana sale don Doroteo Centeno Zeledón a recorrer las calles de la ciudad de Matagalpa, también a otros departamentos como Jinotega y Managua, haciendo una de sus labores favoritas, afilar cuchillos. Pasa por todos los barrios con su cajita de madera, su maquinita, su lima y su campanita para dar filo a este utensilio.
Desde hace tres mese se dedica a este trabajo pues su baja economía no le da para sobrevivir, entonces decidió hacer algo más.
No solo afila cuchillos, también afila tijeras, machetes, azadones, formón hasta macanas. “Y es un trabajito que me da, porque me gano mis centavos”, narra.
Don Doroteo cuenta que a veces lo solicitan de restaurantes para que afile los cuchillos, y como son bastante, gana buen dinero, esto le permite llevar el sustento a su casa sobre todo en este tiempo donde todo encarece.
«Se afilan cuchillos», es lo que pregona por doquier en las calles de la ciudad don Doroteo, ofreciendo su servicio, si alguien lo llama, va inmediatamente, saca su cajita donde tiene su máquina, y se empieza el afilado, al terminar con su campanita llama al cliente para anunciar que está listo.
Comerciante y afilador
Además de afilar cuchillos también es comerciante, vende naranjas y guineos. “Me voy a la montaña a traer el 100 de naranjas, 90 cabezas de guineos y los vendo en Solingalpa”, el afilador y comerciante es originario de este barrio que queda a 19 minutos de la ciudad de Matagalpa.
“También hago a lo que me manden, a veces me buscan para limpiar solares, ahí voy porque es bueno buscarle de todo” expresa. Fue mecánico, contratista de fincas cafetalera pero ahorita se quedó con este trabajo de afilar cuchillos.