PLANTÓN por las madres es atacado en Matagalpa
El 30 de mayo del 2019 se cumple un año del ataque a la madre de las marchas realizada en la capital Managua, donde cienes de madres marcharon contra el actuar del […]
6:53 pm
30/05/2019
El 30 de mayo del 2019 se cumple un año del ataque a la madre de las marchas realizada en la capital Managua, donde cienes de madres marcharon contra el actuar del gobierno de Daniel Ortega sin imaginar un ataque sangriento que dejó como resultado 18 muertos y más de 200 heridos.
Por esta razón «no se puede celebrar el día de las madres», aseguran autoconvocados de Matagalpa que se postraron a eso de la una de la tarde frente a Catedral; con pancartas, lazos negros y banderas azul y blanco como muestra de indignación y solidaridad a las madres de abril.
Mientras esto ocurría, un buen número de simpatizantes del gobierno de turno se hicieron acompañar de paramilitares y policías que llegaron a agredir a las persona que se estaban manifestando a través de este plantón.
El resultado fue el encierro de los manifestantes azul y blanco que soportaron «el baile del comandante se queda», bajo el resguardo policial.
Radio Vos conversó con una pobladora que condena enérgicamente este acto que deja en evidencia la falta de voluntad política para poner fin a la crisis sociopolítica que embarga al país desde abril del año pasado.
«Estábamos protestando cívicamente cuando fuimos invadidos por los policías, que nos hizo replegarnos hacia atrás», dice la entrevistada, a quien además le robaron una manta Azul y Blanco, «nos siguen asediando, nos siguen golpeando, nos quitan el derecho a expresarnos, entonces me siento peor que antes», remarca la entrevistada, haciendo referencia a la ley del «perdón», que fue aprobada este pasado 29 de Mayo por los diputados del gobierno.
Otra manifestante dice,” es un irrespeto total, nos bailaron el comandante se queda, la policía los resguardó mientras bailaban frente a la iglesia, estamos cansadas de esto,” asegura.
«Es una represión, es un insulto, están pateando las puertas de la iglesia de manera constante, nos encerraron ¿qué más nos puede pasar?» se pregunta, la autoconvocada Azul y Blanco.
Jóvenes entre hombres y mujeres autoconvocados permanecían encerrados en la iglesia catedral bajo la vigilancia de fanáticos del gobierno, paramilitares y antimotines. Mientras unos eran perseguidos por los «paramilitares», otros se resguardaron en el templo religioso, pero todos con las ansias de poder salir e ir a sus respectivos hogares. Se conoció que hasta estas instancias, todas y todos lograron salir, pero el asedio policial y por fanáticos del gobierno siempre se mantuvo activa.
