Hace falta conciencia ambiental para limpiar el planeta
Desde que el Ministerio de Salud informó el primer caso de coronavirus en Nicaragua, el pasado 18 de marzo, algunos ciudadanos y ciudadanas nicaragüenses, insisten en no salir de casa, mientras que […]
Desde que el Ministerio de Salud informó el primer caso de coronavirus en Nicaragua, el pasado 18 de marzo, algunos ciudadanos y ciudadanas nicaragüenses, insisten en no salir de casa, mientras que otras deciden asistir a sitios públicos.
El llamado de la OMS es no salir de casa para evitar la propagación de la pandemia sin embargo una buena parte de la población nicaragüense no presta importancia y decide asistir a balnearios y playas del país en esta semana de vacaciones, exponiéndose al virus.
A esto se le suma la gran cantidad de basura que se acumula en los centros turísticos, estos representan un alto grado de contaminación ambiental.
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El agrometeorólogo Agustín Moreira, del Centro Humboldt, recordó a la población que en esta Semana Mayor debido a la pandemia del Covid-19, “hay que evitar ir a la calle y a las actividades que están promoviendo e indicando que vayan a los mares, la primera responsabilidad no es de las personas que invitan a que vayan a la playa, la primera responsabilidad es del núcleo familiar”, indico.
En cada temporada de verano, los veraneantes pueden observar con facilidad cómo la basura está presente a orillas del mar, en las playas hay botellas plásticas, latas, etc; en los ríos hay despale, basura, y se crean fogatas para cocinar. Todo esto afecta el medio ambiente y los recursos naturales.
No contaminar, debe ser una responsabilidad de la población, dentro y fuera de su hogar, debe encontrarse depósitos de basura en los centros turísticos y de no encontrar se debe guardar la basura hasta lograr colocarla en su lugar.
La docente, Edelmir Gutiérrez, destacada en ecología y medio ambiente, expone el tiempo que demora el plástico en degradarse y convertirse en materia orgánica y cómo perjudica el ambiente.
«El plástico que normalmente usamos en las bolsas gabachas dura de 12 a 15 años en degradarse, el plástico negro más grueso dura entre 50 a 60 años para poderse degradar en la materia orgánica, en la medida que nosotros vamos depositando esos desechos sólidos al suelo, se va formando una capa impermeable que no permite la filtración del agua al suelo, esto va degradando la textura o la capa fértil que tiene el suelo, que permite el desarrollo de las plantas», explica la docente.
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Como consecuencia de la contaminación que realiza el ser humano, la flora y fauna es afectada por el consumo de estos elementos que entre ellos mismos desconocen e ingieren. Una vaca que consuma un plástico podría tener complicaciones para defecar, y un animal marino, podría morir instantáneamente al consumirlo.
En parte el planteamiento de Gutiérrez, se debe a la sequía que enfrentan algunos departamentos del país y la alta contaminación a las aguas, “nosotros podemos vivir un día sin agua, pero no sin oxígeno, si vamos a este paso, vamos a convertir en desierto nuestras tierras”, indicó la ecologista. Si no se conserva la naturaleza y no se concientiza a la población, la cantidad de árboles que actualmente posee Nicaragua, podrían desaparecer.