Lupus una enfermedad que afecta a la niñez
El lupus es una enfermedad que afecta principalmente a la piel, puede tener consecuencias graves al comprometer órganos vitales como el corazón, pulmón, y riñón.

El lupus es una enfermedad autoinmune prototipo, lo que quiere decir que nuestro sistema inmunológico, en lugar de defendernos contra virus y bacterias, ataca a los propios tejidos del cuerpo. Esta condición puede manifestarse mediante características clínicas, como lesiones en la piel a nivel facial, que se asemejan a la forma de una mariposa.
Además de afectar la piel, el lupus puede tener repercusiones en el corazón, pulmón, riñón y sistema nervioso central, y también puede comprometer las articulaciones. Es una enfermedad agresiva y aún no se han identificado factores determinantes para su aparición.
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En una entrevista con una especialista en reumatología pediátrica, se destaca la influencia de múltiples genes y factores hormonales, especialmente los estrógenos, en el desarrollo del lupus. También se subraya la importancia de los factores ambientales, que afectan directamente la salud de quienes padecen la enfermedad. Los niños y niñas, al estar más expuestos al sol, son especialmente vulnerables, lo que resalta la necesidad de una vigilancia más estrecha en esta etapa de la vida.
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Entre los síntomas que pueden presentar los niños afectados por el lupus, se encuentran la fatiga inusual, fiebre intermitente sin causa infecciosa, pérdida de peso inexplicable y falta de apetito.
Asimismo, es crucial estar atentos a las lesiones en la piel, que suelen ser no dolorosas, pero pueden ayudar en el diagnóstico temprano de la enfermedad.
Aunque el lupus no tiene cura, se puede controlar mediante un tratamiento médico adecuado. Por tanto, es esencial mantener una vigilancia constante de la salud de los niños y niñas y acudir al médico para prevenir posibles complicaciones. La detección temprana puede marcar la diferencia en la calidad de vida de quienes padecen esta condición autoinmune.