Aún hay trabas en la educación para la mujer

El acceso a la educación con calidad y calidez para la mujer en Nicaragua ha sido un reto, un derecho que desde organizaciones no gubernamentales, defensoras de derechos humanos han venido defendiendo

En la actualidad aún hay trabas en el sistema educativo para que sea más inclusivo, igualitario y seguro para las mujeres. La defensora de derechos humanos y feminista Zoraida Torrez, explica que la mujer tiene poco acceso y oportunidades en la actualidad, porque en la mayoría de los casos los varones son a los que se les da la oportunidad de optar por estudios profesionales, «en las familias mandan a estudiar a los chavalos y a las chavalas les dicen que sean amas de casa, entonces  que oportunidades tienen las muchachas», comenta Torrez.

“Hay trabas para un mejor acceso para la mujer”, recalca la defensora como la privatización de espacios y los altos costos en universidades, el desempleo, pocos recursos económicos y el desinterés por falta de motivación familiar.

En la zona rural se puede observar que hay un retroceso en la educación, hay jóvenes que no saben escribir su nombre cuando se solicita en encuentros, el analfabetismo está creciendo, argumenta la defensora quien desde la organización Colectivo de Mujeres de Matagalpa, capacitan a mujeres sobre sus derechos y motivan a optar por estudios académicos.

Hay que rescatar que, en medio de este panorama de deficiencia en la educación y el desinterés, hay mujeres (algunas) que buscan oportunidades desde sus capacidades, para lograr una carrera universitaria, un curso o un técnico para aprender. «Hay otras que tienen suerte y encuentran quien las apoye con una beca, pero esto es minino por eso se sigue buscando alternativas para mejorar aun desde las organizaciones o desde lo individual», dice Torrez.

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Otro de los problemas que se enfrenta es la falta de inclusión, explica la profesora Fanny Vado Hernández, promotora de metodologías participativas en la educación. El avance a sido poco a poco. Se continúa fomentando que las mujeres puedan participar, tomarse espacios, optar por carreras profesionales que según la sociedad no son para ellas.

La educación abre puertas, pensamientos y ayuda a creer. Cuando están inmersa a participar, opinar, escuchar y leer ayuda a fortalecerse en lo personal, físico emociona, laboral y familiar, explica Torrez.

Además, la defensora opina que, la educación en el país está desfasada, atrasada y sin calidad, por lo que propone buscar alternativas para eliminar el índice de analfabetismo en la mujer, sobre todo la rural.

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