Familias lo perdieron casi todo, el rostro que dejó el huracán Eta en su paso por los pueblos indígenas de la Costa Caribe Norte de Nicaragua

Pueblos indígenas de la Costa Caribe Norte de Nicaragua pasaron por días difíciles ante el paso del huracán Eta, el huracán provocó grandes daños materiales en la población

Fue un lunes dos de noviembre cuando el huracán Eta empezaba a destruir viviendas en Puerto Cabezas, Costa Caribe Norte, algunas poblaciones fueron evacuadas de emergencia por algunas instituciones del estado, mientras que otras se metieron a hoyos para no sufrir los estragos del inesperado huracán.

No había energía eléctrica, agua y tampoco recursos para sobrevivir. Fue una completa odisea para quienes vivieron ese momento. Muchas familias incluso ni sabían que un huracán estaba próximo a las costas nortes de Nicaragua.

En menos de una semana, el huracán se degradó a categoría 1, mientras continuaban los fuertes aguaceros provocados por la depresión tropical en casi todo el territorio nicaragüense. Las cifras de muerte en Centro américa, fueron altas: En Panamá hubo 20 fallecidos y 60 desaparecidos, Guatemala registra más de 40, y en Honduras y Nicaragua cobró la vida de tres personas, dos mineros y una niña.

Tras la degradación del huracán, miles de familias de la Costa Caribe Norte, volvieron hasta donde están sus casas e intentan reconstruirlas. Algunos contaron cómo fue sobrevivir a un huracán y cómo se sienten al volver a sus hogares destrozados «pasamos con la misma ropa por cinco días, los niños lloraban, no había comida».

De 800 familias en albergues de Bilwi, Puerto Cabezas, más de 400 decidieron irse a otro sitio porque no había suficientes recursos. Prefirieron esperar en los hoyos cavados hasta que el huracán pasara.

“Los zinc se arrancaban uno por uno, la casa no aguantaba, fuimos atrás de la casa en pleno huracán”, relató un poblador afectado.

Brisa Bucardo, es periodista independiente de Bilwi, Puerto Cabezas, y contó que el huracán que ha golpeado los pueblos indígenas ha sido “un golpe muy duro, porque somos una región bastante pobre en cuanto a recursos económicos”.

Cuando se estaba por formar el huracán, en las costas, Brisa Bucardo, destacó que les tomó por sorpresa cuando supieron que serían evacuados por la alerta roja.

Las viviendas de quienes viven en las costas, son; de maderas, tambos, champas y encima del agua, son muy vulnerables porque los terrenos son húmedos. «Ya pasó el huracán pero todavía hay sitios donde no ha habido presencia de las autoridades», asegura Bucardo.

Los pueblos indígenas son en muchas ocasiones pueblos olvidados por la sociedad nicaragüense, por eso se hace importante tomarles en cuenta y promover se cumplan sus derechos humanos. A muchas personas incluso en estado de emergencias se les fue negado el acceso a la comida.

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La falta de acceso a la información, invasiones de tierra, y desigualdades solo son una parte del problema en las comunidades indígenas. Ahora con la llegada del huracán empeoró.

Bucardo, hizo peticiones a las autoridades gubernamentales a que apoye a la gente necesitada y que sufrió los estragos del huracán «a las entidades correspondientes solicitamos que se pueda ayudar a la gente que lo necesita sin distinción política».

Niñez desamparada, contaminación, desastres en la naturaleza, muerte de especies marinas y familias que lo perdieron casi todo, es el rostro que dejó el huracán Eta en su paso por los pueblos indígenas de la Costa Caribe Norte de Nicaragua. Muchos intentan remendar sus viviendas azotadas por los fuertes vientos y lluvias.

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