La democracia y derechos humanos son para las mujeres también
Según feministas y defensoras de los derechos de las mujeres, los derechos y el acceso a ellos han sido negados durante toda la historia en Nicaragua
El feminismo desde hace muchos años ha sido parte del aporte social desde los diferentes espacios donde lideran. Han sido luchadoras de las igualdades y libertades, pero en el contexto actual ¿las feministas gozan de esos derechos y libertades del que tanto luchan?
En el programa matutino Conversando de esta emisora, la defensora de derechos humanos y activista, Mirna Blandón, describió en gran parte la lucha que desde años han trabajado y cómo el gobierno de Daniel Ortega pretende seguir anulando el derecho a las mujeres para decidir por sí mismas «las feministas nicaragüenses ahora más que nunca vivimos en un país que tiene menos libertades; nos niegan el derecho a protestar, el derecho de decidir sobre nuestro cuerpo, el derechos a vivir sin violencia», agrega Blandón.
Las mujeres feministas de Nicaragua con valor, fuerza, alegría e integración de las juventudes han luchado contra los gobiernos y el actual gobierno de Daniel Ortega. En las manifestaciones públicas en muchas ocasiones han denunciado al estado por las acciones represoras contra la población.
Para Mirna Blandón, la crisis de abril 2018 “nos encontró con miradas y enfoques bastante claros, en un discurso ya colocado basado en la defensa de derechos humanos, en la prevención de violencia, en la defensa del estado laico, con autonomía, distancia con los partidos políticos, y lucha constante contra el discurso oficial que no quiere a las mujeres”.
Frente a la crisis y situación en el país, las feministas mantuvieron constante denuncia pública contra quienes reprimieron, además apoyaron a las víctimas de la represión, comunidad LGBTI + desde los diferentes espacios, buscando la verdad, justicia y reparación.
Entre las demandas y compromisos sociales que exigen las mujeres están; la no violencia ejercidas contra las niñas, jóvenes y adultas donde no se les violente sus cuerpos, sexualidad, psicología, salud mental y física. Sobre todo rechazando, penalizando y haciendo llamado a los hombres machistas y femicidas que suponen tener poder sobre los cuerpos de las mujeres.
Otras de las demandas es el derecho a una buena educación para las poblaciones. “El estado debería promover que más mujeres de todos los ámbitos puedan también estudiar, porque una mujer educada va a tener más posibilidades de aportar al desarrollo del país y tener una vida donde goce de todos sus derechos”, dice una activista feminista de Nicaragua.
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La agenda feminista sigue siendo la misma, solo que más reforzada, desde donde abogan por los derechos de las mujeres, la comunidad LGBTI +, la justicia, igualdad de derechos y aportes desde los diferentes espacios de coordinación para el cambio social. La democracia y derechos humanos son para las mujeres también.
“El estado tiene una responsabilidad, y nosotras vamos a seguir poniendo en nuestra agenda el derecho que tenemos a vivir, a una vida libre, feliz y una vida sin violencia de estado, el derecho a la participación política y espacios de tomas de decisiones. Les vamos a seguir incomodando”, concluye el análisis de Mirna Blandón.