Sexteen y propalación: hacen daños y son delitos

La violencia sexual hacia las mujeres, ligada a las tecnologías de la información y comunicación, tiene como propósito denigrar a través de la difusión de contenidos

En Matagalpa, Esquipulas, San Dionisio, Waslala y en muchos otros municipios y departamentos del país, se han hecho denuncias donde se da a conocer que las mujeres han sido amenazadas, chantajeadas y expuestas en las redes sociales con imágenes y videos de sus partes íntimas o sosteniendo relaciones sexuales. Esta situación es parte de la violencia digital que está ocurriendo en el país, una expresión más de la violencia sexual, siendo un delito tipificado como delito de propalación.

Rosa Chavarría abogada del Colectivo de Mujeres de Matagalpa, dio a conocer que en esta organización no gubernamental afínales del 2020 se denunciaron seis casos.

Según el Artículo 195 del Código Penal de Nicaragua, «quien hallándose legítimamente en posesión de una comunicación, de documentos o grabaciones de carácter privado y los hace públicos sin la debida autorización, aunque le hayan sido dirigidos”, está penado con una multa de 60 a 180 días. En la Ley contra la Violencia hacia las Mujeres, Ley 779, se establece que “si las grabaciones, imágenes, comunicaciones o documentos hechos públicos, son de contenido sexual o erótico, aunque hayan sido obtenidos con el consentimiento», la pena será de dos a cuatro años de prisión.

El delito de propalación aún es muy desconocido por la mayoría de las personas y sobre todo por las víctimas, inclusive por las mismas autoridades porque aunque existe una figura legal, no se han elaborado protocolos de recepción y atención de las denuncias para perseguir a los responsables por este delito. Muchas de las víctimas prefieren no denunciar por vergüenza y miedo a ser culpabilizadas, pero esta violencia digital hace mucho daño a nivel emocional.

Cuando se dan situaciones de este tipo usualmente no se responsabiliza al hechor, al victimario, sino a la víctima haciéndole sentir que es su culpa que esto ocurra, se le critica y se le juzga. Defensoras de los derechos de las mujeres enfatizan que es importante recordar que las personas tienen libertad de vivir la sexualidad libremente y no es un delito, pero compartir videos o imágenes hechas en confianza si es un delito, como también cometen delito las personas que se prestan a compartir este tipo de material como cómplice de la violencia digital.

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Los daños que ocasiona este tipo de violencia son incontables desde el encierro hasta el suicidio, ¿Qué se puede hacer ante estos casos? La psicóloga Leonila Argüello recomienda buscar ayuda emocional donde se le garantice respeto y apoyo.

En situaciones así, dónde la niñez, adolescentes, jóvenes y mujeres adultas son expuestas, necesitan de una red de apoyo para enfrentar la realidad que está afectándoles su vida; familiares y amistades juegan un papel importante en este apoyo, deben comprender que ellas, no se buscaron esto que está pasando, que no se lo merecen y que no son responsable.

Aún falta mucha sensibilización de la ciudadanía para comprender que esta es una expresión más de la violencia que viven las mujeres a diario en nuestro país, la violencia digital si existe y es un delito que debe ser denunciado y castigado.

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