Isamar Morales es una mujer transgénero que salió de Nicaragua para lograr vivir su verdadera identidad “no me quedó otra opción más que migrar, ir a un país que no conocía, pero fue necesario” narra. Morales ahora vive en Costa Rica y se convirtió en una defensora de los derechos de las mujeres trans sobre todo de las privadas de libertad.
Morales reside en país vecino desde hace 10 años, cuenta que no fue fácil, durante sus primeros 20 años sufrió violencia en el colegio y en la sociedad en general “porque hay una inmensa discriminación hacia las personas de la diversidad sexual, pero sobre todo para las mujeres trans en Nicaragua” expresa. “Nicaragua es un país machista, patriarcal y por eso a mis 20 años tuve que salir” comenta Morales.
Ella vivió una experiencia bastante triste, el hecho de sentirse sola, en un país desconocido la llevaron a encontrase con personas que solo le hicieron daño, tanto que la llevó a la cárcel durante tres años, pero desde esta experiencia se hizo una mujer más fuerte.
«Fue una experiencia muy fuerte, estaba rodeada de hombres violentos. Se vive acoso y es algo impactante», cuenta Isamar, el tiempo que estuvo en la cárcel le permitió reflexionar y tener la convicción para trabajar con mujeres transgéneros.
Desde entonces, volvió a la cárcel, pero esta vez con otras expectativas, que era trabajar con mujeres trasn privadas de libertad, maltratadas por hombres machistas, por funcionarios penitenciarios que quieren tapar su identidad de género. Ahora ellas tienes más oportunidades de vivir su identidad gracias a la organización Transvida y el convenio que impulsaron en conjunto con el Ministerio de Justicia y Paz.
Isamar inició a trabajar por estos derechos para hacer cambios que como sociedad se necesitan promover, para arrancar ese silencio y hacer revolución para defenderlos.
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Morales es coordinadora en las cárceles trabajando con las privadas de libertad, también educadora de la salud en clínicas e instituciones con mujeres transgénero.
«Las rejas me dieron valentía, para luchar, porque soy una guerrera para enfrentarme al mundo. Reconozco la solidaridad de este país que me acogió. También reconozco a las mujeres trans de Nicaragua por ser fuertes y defender su identidad ante un Estado opresor y violento” finaliza Isamar Morales.