Crisis de derechos humanos en el territorio Miskito y Mayagna por invasiones consecutivas
Comunidades indigenas siguen resistiendo a la invasión de colonos en sus territorios, por ello se han organizado para dejar clara su posición
Desde hace varios meses comunitarios y comunitarias de la costa caribe, en la comunidad de Sangnilaya han verificado consecutivos intentos de ocupación ilegal y violenta de tierras, denuncia la fundación Prilaka de esa zona quienes además revelaron que el 21 de septiembre del 2020 colonos armados quemaron cinco ranchos, secuestraron por 8 horas a dos comunitarios y asediaron a comunitarios que cosechaban arroz, en esas comunidades indígenas.
También el 6 de enero en la comunidad de Sangnilaya “llegó un camión lleno de mestizos con intención de pasar al otro lado del río, a «inaugurar» una supuesta capilla evangélica en tierras de la comunidad de Sangnilaya, en el sector conocido como Klisan, que han sido ocupadas con violencia sin el consentimiento de la comunidad desde el 2017”, evidenció la fundación.
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Prilaka responsabilizó al Estado de Nicaragua y en especial al gobierno regional, y a la policía nacional, de cualquier suceso lamentable que ocurra.
Denuncia de los comunitarios
«Como la comunidad ha resistido, ahora nos están amenazando y atacando con armas, esperamos que el problema se resuelva, que los responsables, principalmente las instituciones del Estado puedan asumir su responsabilidad», dice un comunitario, además agregó «necesitamos que los colonos se vayan para poder sembrar, y también según nuestras costumbres y tradiciones conservar mejor nuestros recursos naturales».
La comunidad de Sangnilaya, y otras partes de las comunidades resisten a las invasiones de colonos desde el 2009. En tres ocasiones (2009, 2011, 2014), ha expulsado de sus tierras a colonos que habían intentado ocuparlas sin su consentimiento. Sin embargo, desde octubre del 2016, cuando la autoridad territorial avaló el ingreso de 50 familias de forma ilegal, sin consentimiento de las asambleas de las comunidades SIPBAA, el esfuerzo de las comunidades se ha centrado en demandar a los colonos que desalojan las tierras que han ocupado, en denunciar ante las autoridades las ventas y arrendamientos ilegales y en intentar cambiar a sus autoridades.
Sus esfuerzos no han logrado los resultados esperados por el apoyo del gobierno regional a autoridades locales que promueven las invasiones. La negación de justicia a las comunidades ante la invasión violenta de sus tierras y las promesas incumplidas de saneamiento realizadas por las autoridades en épocas electorales y en asambleas en las comunidades, son evidencias del apoyo táctico del estado a las invasiones de territorios indígenas.
Posición de la población
«En una asamblea la comunidad dejó clara su posición de que los colonos tienen que salir, no habrá permiso de entrada para más colonos, la asamblea de la comunidad está tomando la vigilancia de su territorio», comentan.
Prilaka invita a la población costeña y nicaragüense, y a la comunidad internacional radicada en Nicaragua, a estar pendiente de lo que pase en las comunidades indígenas.
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La asamblea de la comunidad de Sangnilaya nunca ha autorizado ningún arrendamiento de sus tierras, asegura Prilaka, porque no hay ninguna garantía del derecho de dominio. Ante la impunidad permitida por el Estado, la violencia armada supone el despojo de facto de la propiedad comunal si la comunidad no desarrolla la capacidad de cuidado y protección de sus derechos territoriales.