¿Cómo sobreviven las comunidades indígenas a la crisis económica?
No hay fuentes de empleo en ambas zonas de la Costa Caribe de Nicaragua, y la opción de trabajar en una institución se limita por razones políticas
Desde 2018 la crisis en Nicaragua ha aumentado y con ello las economías de las poblaciones pobres del país como las comunidades indígenas de las costas caribe. Los salarios son bajos y la carestía de la vida aumenta, destacando que el costo de la canasta básica ronda los 17 mil córdobas, todo esto complica que las y los Miskitos no puedan ajustar económicamente con sus gastos o actividades que les aseguren vivir.
Kalúa Salazar, reportera de una radio local en la Costa Caribe Sur y Limborth Bucardo colaborador del Movimiento Prilaka en el Caribe Norte, nos cuentan cómo sobreviven en esas zonas a diferencia del resto del país.
«Los productos que llegan tienen un precio doble a como se encuentran en el pacífico, no hay fuentes de trabajos masivas, estos son factores que hacen sentir que la canasta básica tenga un mayor costo», dice Salazar.
Salazar reveló que los precios de los diferentes productos de la canasta básica aumentan semanalmente y en ocasiones a diario, entonces, la población no tiene asegurada la vida cuando el dinero es escaso. Ni siquiera se alimentan bien porque “no se puede comprar” cuenta la reportera.
Limborth Bucardo, miskito de Waspán en la Costa Caribe Norte, habla sobre la exclusión histórica de las poblaciones en esas zonas, y comentó que las actividades económicas principales realizadas en la región, están limitadas, como las actividades pesqueras y agrícolas. Desde los Huracanes Eta e Iota y la crisis del país, la situación empeoró.
«La crisis económica es severa, nuestra región consume los productos más altos, uno por la distancia y las vías de acceso, además nadie regula los precios de los productos», menciona Bucardo.
Las comunidades indígenas cada año siguen siendo desplazadas por la pobreza, discriminación y despojadas por colonos invasores. Algunos con destino a Honduras. En ocasiones son amenazados de muerte y asesinados en sus propias parcelas donde trabajan y producen granos para comer. Los que más sufren son la niñez y mujeres.
Sin fuentes de empleos
No hay fuentes de empleo en ambas zonas de la Costa Caribe de Nicaragua, y la opción de trabajar en una institución o cualquier otro sitio se limitan por razones políticas. El plan de desarrollo políticamente en esas zonas “es muy bueno”, dice Salazar, pero solo está plasmado en papel, no se lleva a la práctica.
Algunas estrategias que han implementado algunas familias es comprar a quienes viajan a la ruralidad, los costos de sus productos son un poco más accesibles.
Aunque las comunidades indígenas han recibido ayuda humanitaria a través del gobierno central por organismos internacionales tras los huracanes Iota y Eta, Bucardo cuenta que no hay ni conocen si el gobierno ha rendido cuentas de esos financiamientos. No saben cuánto se ha gastado y en qué se ha utilizado.
En múltiples ocasiones las comunidades nativas han alzado sus voces a través de cinco asambleas para discutir el problema también del saneamiento territorial en las costas, sin embargo, hasta hoy día no han atendido las demandas de las comunidades.