Las cifras de la migración irregular de gentes que huyen de Nicaragua por situaciones políticas y económicas a los Estados Unidos, Costa Rica y España aumenta cada vez en un alto porcentaje, las consecuencias son visibles, la agricultura, arquitectura y otras labores comunes están quedando sin mano de obra porque la gente decide rebuscarse la vida en otros países, generando afectaciones en muchas áreas pero especialmente en el campo.
Entre las poblaciones campesinas y otras personalidades del país, también hay mujeres comunicadoras, en el anonimato, una mujer que desempeñaba labores informativas en Nicaragua, nos brindó su testimonio de por qué migró y nos reveló que con la crisis en el país “no nos espera nada”.
«La inseguridad me obligó a salir de mi país, esa es la diferencia; viví persecución desde 2015, en la esquina de mi casa me robaron tres veces», relató la comunicadora.
Tomar la decisión de salir de un país es difícil peor cuando se deja a la familia, hijos y amistades. La comunicadora salió sola del país, llegó hasta Guatemala y seguido se encaminó a México donde estuvo albergada.
Durante su trayecto de mes y medio «aguanté hambre y frío», menciona que se movilizó sin coyote y en el camino se encontró a otras personas «casi nos secuestran, nos salieron cinco hombres y nos siguieron, nos pidieron dinero y nos dejaron sin nada», relata.
Después de una hora de haber estado detenidos por la mafia, se arriesgó junta a seis personas a cruzar el Río Bravo. Fue un recorrido con muchos riesgos pero lograron llegar al lado estadounidense. Ahora se vive con miedo de ser deportados.
Solo en Estados Unidos, según el servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) entre enero y diciembre de 2021 la patrulla fronteriza registró que 50,722 nicaragüenses trataron de ingresar sin documentos. Y en lo que va de este año 84,055 ha sido retenido.