222 personas presas políticas de Nicaragua fueron excarceladas y deportadas del país este 9 de febrero bajo una orden girada por el Ministerio de Gobernación y Ministerio de Relaciones Exteriores.
Las presas y presos políticos fueron deportados hacia Estados Unidos, esto se dio a conocer a través del presidente de la Sala Uno del Tribunal de Apelaciones de Managua, Octavio Rothschuh Andino.
Según la información que ha suministrado el Complejo Judicial de Managua, estas personas fueron declaradas como «traidores» de la patria lo que implica su inhabilitación de forma perpetua para ejercer funciones públicas y cargos de elección popular, quedando suspendidos sus derechos ciudadanos de forma perpetua.
Diferentes organizaciones que defienden los derechos humanos celebran la liberación de las personas presas políticas, y rechazan el retiro de la nacionalidad y el destierro catalogado como una grave violación a sus derechos humanos.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) a través de su cuenta en Twitter refirió «todavía están encerrados más de 20 presos políticos, también debemos salvarlos. La lucha continúa, la lucha empieza, debemos seguir firmes, pero sin crearnos falsas expectativas, debemos estar alertas y conscientes, esta situación nos plantea un nuevo panorama«.