No podremos salir a las calles, pero habrá un grito de libertad
La última vez que salieron a las calles fue el 8 de marzo del año 2018, las defensoras de derechos humanos se dieron cita en la capital Managua
“Un año más que no podremos salir a las calles, pero sabemos que son nuestras, y pedimos a las mujeres del mundo que marchen por nosotras y alcen sus voces”, son las palabras de una artista nicaragüense, quien lamenta la restricción de las marchas históricas por los derechos de las mujeres en este país.
“Es, otro año más que no podremos salir a las calles, sin embargo, nuestro ímpetu, nuestra luz, nuestro compromiso de lucha sigue allí intacto, creciente, hermoso, y desde Nicaragua al mundo entero a todas mis hermanas les pido, que marchen por nosotras, que alcen la voz porque esas calles, seguirán y proseguirá siendo nuestra consigna para seguir adelante, las calles siempre son nuestras, los vientres siempre son nuestros, la fuerza siempre es nuestra, adelante hermanas.”
Desde el año 2016 ya se venían restringiendo las marchas que realizaba las mujeres durante el ocho de marzo. En diferentes momentos marcharon contra la violencia de género, contra los femicidios, contra la violencia de estado, exigiendo el respeto a su derecho a decidir, además la implementación de leyes que proteja a la niñez mujeres y adolescentes.
La última vez que salieron a las calles fue el 8 de marzo del año 2018, las defensoras de derechos humanos se dieron cita en la capital Managua decidieron tomarse una vez más las calles en medio de un clima de inseguridad e intimidación desafiando al gobierno para para denunciar el acoso, los femicidios, la impunidad, la complicidad estatal, violaciones, y violencia de estado.
Además, llevaron pancartas y pañoletas moradas en alusión a las luchas históricas de las mujeres que a pesar de la represión continúan demandando justicia, respeto para los derechos humanos y un alto a la violencia que inició en abril del mismo año.
«Las mujeres tenemos un grito por la libertad de Nicaragua, la lucha no la podrán parar, estamos harta, y sobran razones para salir a las calles, aquí no podemos pero en el mundo muchas saldrán por nosotras, si paramos las mujeres, para el mundo, no estamos solas», indica una activista de derechos humanos.