Desplazamiento forzado: Una odisea para las mujeres nicaragüenses
A pesar de todo lo que las mujeres hemos vivido antes, durante y después del desplazamiento forzado, el exilio no ha callado nuestras voces

La migración de mujeres nicaragüenses ha experimentado un incremento a raíz del estallido social de abril 2018, los factores suelen ser sociopolíticos y económicos, todo este proceso ha generado cambios en el perfil migratorio de Nicaragua, lo que también repercute en los desafíos tanto para los migrantes como para los países receptores.
Ellas se encaminaron a lo desconocido, en cada trayecto la incertidumbre estaba ahí, estas mujeres fueron obligadas a dejar su tierra, su familia y amistades. Abigail Hernández, Brisa Bucardo, Skarleth García y Yesenia Alvarez, cuatro mujeres nicaragüenses que salieron en busca de un lugar seguro, donde poder vivir sin riesgos y en paz, es decir un sitio seguro, sin temor a ser apresadas en cualquier momento.
«Recuerdo que cuando recién me fui del país forzadamente, fue muy difícil para mí integrarme por, uno, mi color de piel, mi identidad, mi acento. Si vas a sostener tu posición, tu identidad, tu acento, tenes que saber a lo que conlleva esto.» Describe Brisa Bucardo una joven nicaragüense originaria de Costa Caribe Norte de Nicaragua, quien fue obligada al desplazamiento forzado.
Mientras tanto Abigail Hernández una mujer también nicaragüense de profesión periodista nos narra la manera en la que se vio obligada a dejar su país “Yo salí de Nicaragua para realizar un trabajo específicamente un trabajo de denuncia sobre agresiones a la libertad de prensa y expresión en Nicaragua y cuando me disponía a regresar me informaron que iba a ser capturada”.
Migración y falta de oportunidades para las mujeres
Existen factores relevantes que impulsan la migración la falta de oportunidades laborales, la pobreza y la violencia de género son apenas algunas de las razones que llevan a las mujeres a salir del país, dejar su familia para buscar nuevas oportunidades que les permitan salir adelante y poder ayudar a sus familiares.
“En el momento que estábamos pasando me sentía impotente porque uno no puede decir ni poner denuncia ante la policía, porque es la misma policía que te está haciendo daño”, explica Yessenia Alvarez quien se vio obligada a irse del país debido a la violencia que vivía en Nicaragua, sin saber que llegando a Costa Rica se iba enfrentar a otro tipo de violencias.
De igual manera Skarleth Alvarez también comenta que al igual que otras mujeres nicaragüenses al igual que ella se han enfrentado a un sinnúmero de acontecimientos que han marcado nuestras vidas en el proceso de desplazamiento forzado “fui víctima del Estado de Nicaragua, de violencia de género igual, porque el gobierno de Nicaragua no respetó mis derechos como mujer. Atentó al principal derecho, que es a la vida y a la libertad.”
Los principales países que las mujeres deciden migrar son Estados Unidos, Costa Rica, España y Panamá, en el año 2023 según informes de organizaciones que realizan monitoreos sobre temas de migración de Nicaragua relatan que aproximadamente 115,000 nicaragüenses emigraron hacia Estados Unidos con el programa del Parole Humanitario, en donde según los datos más del 50% eran mujeres.
Dificultades que enfrentan al migrar
Todo este proceso que vivimos las mujeres en temas migratorios no son nada fácil ya que unas lo hacen por decisión propia, mientras que otras lo hemos tenido que hacer de manera forzada por la situación política que atraviesa Nicaragua, los cambios que genera el estar en otro país ha sido una dificultad para poder enfrentarse a una nueva vida.
“Nadie está preparado para migrar emocionalmente, venís con mucho duelo y el principal es que cuando te exilian no te puedes despedir, no hay despedida, hay cosas que quedan inconclusas con la familia, hay cosas que son duelo, es un duelo que a la vez uno lo lleva” asevera Skarleth García, muchas veces las mujeres no enfrentamos a todas estas situaciones solas, porque al momento de llegada al país destino no cuentan con una red de apoyo que las sostenga en todo este proceso.
Violencias a las que se enfrentan
Otro desafío al que se enfrentan las mujeres es poder legalizarse en el país destino lo que les impide acceder a un empleo formal que le garantice una buena estabilidad económica que le ayude a mantenerse en ese país, además que sufren xenofobia y discriminación “La salud, el trabajo, la discriminación de mi nacionalidad, porque, aunque estemos aquí en Costa Rica, y Costa Rica sea defensor de los derechos humanos, pero los ciudadanos costarricenses practican demasiado la xenofobia y la discriminación por simplemente ser nicaragüenses”. Explica Skarleth García.
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“Hay momentos en que tanta tribulación como dice una colega mía, te hace preguntarte ¿y quién soy yo? entonces todos los días también estar en ese proceso de reafirmación de que sos una ciudadana que tiene derechos que tienes todo el derecho a luchar por tu derecho de vivir en dignidad como persona refugiada pues es un proceso bien difícil” dice Abigail, en medio de todos los obstáculos las mujeres encontramos nuevas maneras de adaptación como parte de la resiliencia y resistencias que hemos demostrado las mujeres dentro y fuera del país.
Por otra parte, Brisa Bucardo agrega “Independientemente, si estoy en otro país, tenía delirios y todavía los tengo, pero también mucha histeria, depresión, ansiedad. Muchas periodistas, comunicadoras, comunicadores que se exilian, conllevan diferentes desafíos, tanto en la salud mental, en la economía.”
A pesar de todo lo que las mujeres hemos vivido antes, durante y después del desplazamiento forzado, el exilio no ha callado nuestras voces, ni los deseos de superación, a pesar de las dificultades y temores las mujeres hemos continuado andando, juntado voces y saberes, buscando redes de apoyo, atención psicológica y manteniendo nuestra identidad cultural, el exilio nos ha permitido una mayor libertad de expresión y la oportunidad de conocer otras culturas, estas mujeres resaltan la importancia de la colectividad y de mantener sus identidades, manteniendo sus tradiciones y apoyándose mutuamente a pesar de las adversidades del exilio.