Trump revoca parole humanitario y genera incertidumbre
A partir del 24 de abril de 2025, las y los beneficiarios del programa perderán sus permisos de trabajo y la protección contra la deportación.

La administración de Donald Trump ha anunciado la revocación del «parole humanitario», afectando a 532,000 inmigrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. La medida, que permitía la residencia y el empleo temporal en Estados Unidos, será anulada el 24 de abril de 2025.
El «parole humanitario» fue implementado en octubre de 2022 bajo la administración de Joe Biden con el objetivo de ofrecer una vía legal y ordenada de migración para ciudadanos y ciudadanas de estos cuatro países. La política contribuyó a reducir el flujo de inmigración ilegal en la frontera sur de EE.UU. No obstante, el gobierno actual ha justificado su revocación argumentando que las condiciones que motivaron su creación han cambiado y que su permanencia podría afectar negativamente a trabajadores estadounidenses.
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A partir del 24 de abril de 2025, las y los beneficiarios del programa perderán sus permisos de trabajo y la protección contra la deportación. Aquellos que no cuenten con una base legal para permanecer en el país deberán abandonarlo antes de esta fecha para evitar procedimientos de deportación.
Esta decisión ha generado preocupación entre las comunidades afectadas y organizaciones defensoras de los derechos de las y los inmigrantes. Críticos de la medida señalan que la revocación abrupta podría causar inestabilidad y dificultades económicas para miles de familias que han construido su vida en Estados Unidos bajo este programa.
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Ante esta situación, abogados especializados en inmigración recomiendan a las y los afectados explorar opciones legales para regularizar su estatus migratorio y evitar la deportación. Diversas organizaciones han ofrecido asistencia para guiar a los y las inmigrantes en este proceso.
Se espera que esta política genere reacciones tanto en el Congreso como en organizaciones internacionales defensoras de los derechos humanos, lo que podría derivar en nuevos debates sobre la política migratoria estadounidense.