Mujeres trans enfrentan violencia e invisibilización constante
El miedo a represalias, la falta de confianza en las instituciones y la discriminación por parte de cuerpos policiales perpetúan un entorno hostil e inseguro.

La violencia y la impunidad que enfrentan las mujeres trans en Nicaragua reflejan una profunda crisis de derechos humanos, marcada por la discriminación estructural tanto en el ámbito social como institucional. Informes recientes confirman que muchas de ellas son víctimas de crímenes de odio, agresiones físicas, violencia psicológica y violencia institucional, sin que exista una respuesta efectiva por parte de las autoridades.
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Esta situación no se limita al territorio nacional. Mujeres trans que han salido al exilio buscando mejores condiciones de vida también se enfrentan a discriminación, exclusión laboral y falta de acceso a servicios básicos como salud y vivienda. En muchos casos, sus derechos siguen siendo vulnerados, y sus luchas por la dignidad y la justicia continúan más allá de las fronteras.
Entre enero y marzo de 2024 se registraron al menos nueve casos de violencia contra personas LGBTIQ+, de los cuales seis afectaron directamente a mujeres trans. Las agresiones incluyen desde ataques físicos hasta amenazas de muerte, muchas veces cometidas por personas cercanas o por agentes estatales. La revictimización también se da al momento de denunciar, ya que las autoridades no solo ignoran los casos, sino que en ocasiones se burlan de las víctimas o desestiman sus testimonios.
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El acceso a la justicia para las mujeres trans es casi inexistente, lo que refuerza un ciclo de silencio e impunidad. El miedo a represalias, la falta de confianza en las instituciones y la discriminación por parte de cuerpos policiales perpetúan un entorno hostil e inseguro.
La urgencia de implementar reformas legales, políticas públicas inclusivas y mecanismos de protección efectivos es evidente. Es necesario que el Estado nicaragüense garantice la seguridad, el respeto y los derechos fundamentales de las mujeres trans, dentro y fuera del país, para construir una sociedad verdaderamente equitativa y libre de violencia.