Mujeres nicaragüenses en el exilio luchan por la inclusión y la igualdad
Entre los principales obstáculos se encuentran la discriminación, la falta de acceso a empleos dignos y educación, así como la invisibilización de sus aportes en los medios de comunicación.

El exilio se ha convertido en una realidad para cientos de mujeres nicaragüenses que, obligadas por la represión y la falta de libertades en su país, han buscado refugio en otras naciones. Este desplazamiento forzado no solo representa un cambio geográfico, sino también múltiples desafíos para lograr una integración plena en las sociedades de acogida.
“Cada barrera a la que me he enfrentado me ha dado fuerza para seguir adelante. Costa Rica es un país caro, y saber que no puedo regresar a Nicaragua me ha obligado a buscar redes de apoyo emocional. Así sigo firme y resiliente”, expresó una joven exiliada.
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Entre los principales obstáculos se encuentran la discriminación, la falta de acceso a empleos dignos y educación, así como la invisibilización de sus aportes en los medios de comunicación. Muchas de estas mujeres, especialmente indígenas, enfrentan el reto de adaptarse a contextos desconocidos mientras luchan por conservar su identidad cultural y proteger los derechos de sus comunidades.
Costa Rica se ha convertido en el principal destino de acogida. Sin embargo, la ausencia de documentos legales ha limitado sus posibilidades de acceder a trabajos formales con derechos laborales, lo que las obliga a desempeñarse en empleos informales y mal remunerados.
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“A pesar de estas dificultades, las mujeres nicaragüenses en el exilio han demostrado una resiliencia admirable. Han impulsado agendas de inclusión y visibilización para defender sus derechos y resaltar sus aportes en ámbitos como la política, la economía y los derechos humanos”, afirmó una joven activista que prefirió mantenerse en el anonimato.
Estas mujeres no solo buscan integrarse en sus nuevos entornos, sino también continuar con la lucha por justicia y equidad en Nicaragua. Su experiencia evidencia la importancia de la solidaridad, el acompañamiento y el reconocimiento de sus aportes en la construcción de sociedades más inclusivas.