OPS emite alerta por fiebre amarilla en Latinoamérica
La colaboración entre gobiernos, comunidades y organizaciones internacionales será clave para contener la propagación de la fiebre amarilla y proteger la salud pública en la región.
1:00 pm
17/04/2025
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha emitido una alerta epidemiológica debido al aumento significativo de casos de fiebre amarilla en América Latina durante los primeros meses de 2025. Según los datos más recientes, se han confirmado 131 casos en personas y 53 fallecimientos, lo que representa más del doble de los casos registrados en todo 2024.
La fiebre amarilla, una enfermedad viral grave transmitida por mosquitos, es prevenible mediante la vacunación. Sin embargo, la mayoría de los casos detectados corresponden a personas no vacunadas. Ante esta situación, la OPS ha instado a los países a intensificar las campañas de inmunización en zonas de riesgo, alcanzar coberturas homogéneas superiores al 95% y garantizar que las personas viajeras a áreas endémicas estén debidamente informadas y protegidas.
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«Es importante siempre mantener al día las vacunas. Aunque la fiebre amarilla no es muy común en Nicaragua, hay que mantenerse en alerta y realizar visitas periódicas al personal médico para prevenir enfermedades que afectan la salud de las familias», indicó un especialista a Radio Vos.
Los países más afectados incluyen Brasil, Colombia, Perú y Bolivia, con casos reportados incluso fuera de las regiones tradicionalmente endémicas, como el estado de São Paulo (Brasil) y el departamento de Tolima (Colombia). Este cambio geográfico en la distribución de la enfermedad ha generado preocupación por la posible expansión hacia zonas densamente pobladas, lo que incrementa el riesgo de brotes más amplios.
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«Aunque Nicaragua no aparece en la lista de países afectados, es fundamental mantener la precaución y a la población informada sobre este tipo de enfermedades, que pueden convertirse en una pandemia que ponga en riesgo la vida de las personas», agregó el especialista.
Además, la OPS recomienda fortalecer la vigilancia epidemiológica, disponer de dosis de reserva de vacunas y mejorar el manejo clínico para la detección y atención oportuna de casos graves. La colaboración entre gobiernos, comunidades y organizaciones internacionales será clave para contener la propagación de la fiebre amarilla y proteger la salud pública en la región.
