Consumo de drogas en adolescentes: una crisis silenciosa en Nicaragua
Es fundamental que el Estado implemente políticas públicas de educación, atención psicológica y programas de rehabilitación para enfrentar esta crisis de forma integral y efectiva.

El consumo de drogas entre adolescentes en Nicaragua ha aumentado en los últimos años, convirtiéndose en un problema de salud pública que afecta el desarrollo físico, emocional y social de la juventud. Según datos recientes, más de 39,000 jóvenes han recibido atención por problemas de adicción en el país. Personas expertas advierten que la edad de inicio en el consumo de sustancias ilícitas ha disminuido, con casos de adolescentes que comienzan a consumir desde los 12 o 13 años.
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La marihuana se ha posicionado como la droga de mayor consumo entre personas jóvenes de 13 a 17 años, representando más del 60 % de los casos atendidos por organizaciones especializadas. También se han identificado casos de consumo de otras sustancias como pastillas, heroína y drogas sintéticas que generan efectos devastadores en el sistema nervioso.
Las consecuencias del consumo de drogas en adolescentes afectan directamente la salud mental y física. Se han reportado episodios de ansiedad, depresión y trastornos psicóticos, así como deserción escolar y bajo rendimiento académico, lo que limita las oportunidades de desarrollo futuro.
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Los efectos también impactan en el entorno social y familiar. Existe mayor riesgo de involucrarse en actividades delictivas debido a la dependencia, así como conflictos y rupturas en el hogar como consecuencia de la adicción.
Especialistas señalan que la prevención debe iniciar en el hogar, fomentando valores, autoestima y supervisión responsable. Además, es fundamental que el Estado implemente políticas públicas de educación, atención psicológica y programas de rehabilitación para enfrentar esta crisis de forma integral y efectiva.