Expectativas del sector cafetalero en Nicaragua para el ciclo 2025-2026
Las y los productores han venido autofinanciando sus actividades ante la falta de apoyo del sistema bancario y del Estado, lo que demuestra su resiliencia y compromiso.

El sector cafetalero de Nicaragua enfrenta un panorama mixto para el ciclo 2025-2026. Aunque se proyecta una cosecha sólida impulsada por precios internacionales favorables, también persisten desafíos estructurales que podrían afectar la producción y exportación, especialmente debido a los efectos del cambio climático.
Las y los productores esperan una cosecha de 2.58 millones de sacos de 60 kilogramos, una cifra que se mantiene dentro de los promedios históricos. Este optimismo se debe, en parte, a los altos precios internacionales, que han superado los 280 dólares por saco en los primeros meses de 2025. Además, las condiciones climáticas parecen más estables, con un régimen de lluvias equilibrado que podría mejorar la calidad del grano.
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A pesar de las buenas proyecciones, el sector enfrenta problemas estructurales como la falta de acceso a crédito a largo plazo, escasez de mano de obra y dificultades en los procesos de exportación. La migración ha reducido la disponibilidad de personas trabajadoras en zonas rurales, generando un déficit de hasta 70 % en algunas fincas. A esto se suma la quiebra de exportadoras clave en 2024, lo que ha debilitado la confianza en el mercado y ha ocasionado retrasos en los envíos.
El café sigue siendo un pilar de la economía nicaragüense, con una producción estimada de 3.3 millones de quintales destinados a la exportación. Sin embargo, estas exportaciones han caído un 12.4 % en volumen en comparación con el año anterior, lo cual genera preocupación entre las y los cafetaleros.
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A pesar de los desafíos, el sector mantiene la esperanza de que la demanda global y los precios elevados permitan recuperar la estabilidad. Las y los productores han venido autofinanciando sus actividades ante la falta de apoyo del sistema bancario y del Estado, lo que demuestra su resiliencia y compromiso.
El ciclo 2025-2026 será clave para definir si el sector cafetalero logra superar sus dificultades y consolidar su posición en el mercado internacional. La combinación de precios favorables y buenas condiciones climáticas podría representar una oportunidad importante, pero los problemas laborales y financieros requieren atención urgente para garantizar su sostenibilidad.