Estudiantes de enfermería dispuestas a interponer denuncias
Estudiantes de la carrera de enfermería de la UNAN-FAREM, dicen estar comprometidas con el acceso a la justicia y brindar apoyo emocional a niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia sexual. Las […]
Estudiantes de la carrera de enfermería de la UNAN-FAREM, dicen estar comprometidas con el acceso a la justicia y brindar apoyo emocional a niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia sexual.
Las unidades de salud, son lugares donde se puede saber si una persona es víctima de violencia.
El problema es que muchas veces el personal médico atiende a mujeres agredidas física, verbal o psicológica, pero no lo reportan a la policía como un delito. Muchas veces solo les dan medicamentos para quitarles el dolor producto de las agresiones.
Igual ocurre con las niñas y niños. En la consulta médica se puede atender y saber si están siendo víctima de abusos o violaciones, sin embargo en la mayoría de casos solo se les proporciona el medicamento.
El colmo es que muchas veces llegan niñas y adolescentes embarazadas producto de violación y no se denuncian estos delitos.
Al contrario, les atienden el parto, tal como se tratara de una mujer con decisión propia, mientras los violadores están libres y esperando a las víctimas que salgan de sus partos para seguir violándolas.
Yaritza del Carmen Vega Torres de ciudad Darío, estudia enfermería en la UNAN-FAREM Matagalpa y dice que se debe atender diferente a las víctimas de violación.
La futura enfermera Mareling Jael Hernández López de Matagalpa, ve una oportunidad de ayudar a la recuperación emocional de las víctimas y la responsabilidad de denunciar.
Agregó que tiene decidido atender con calidad a cualquier persona que necesite de sus servicios médicos en el futuro pues considera que su trabajo será basado en el respeto y vocación.
Según un estudio realizado por el grupo de mujeres Atzayacal, Mil 600 niñas y adolescentes son víctimas de embarazos forzados producto de violaciones y estupros.
Por lo general, familiares de las víctimas se enteran del delito al saber de los embarazos pero al entrevistar a las criaturas, ellas aseguran que han sufrido violencia sexual desde edades tempranas incluso desde los 5 años.