Heyling es una joven matagalpina defensora de derechos humanos que cumple un año de haber salido de su tierra pinolera con el afán de salvar su vida, la exiliada política dijo a Radio Vos “Mi peor enemigo es Ortega y nadie me garantiza un retorno seguro.”
La chavala decide huir de Nicaragua debido a la persecución y hostigamiento de la que fue objeto después de haber apoyado la lucha cívica. Revuelta de emociones alisto una mochila y se fue.
“Viendo hacia atrás puedo darme cuenta que soy una chavala súper fuerte, no se me pasaba por la mente que iba a poder lograr todo lo que logre, salí por punto ciego, solo con mi cédula, en Nicaragua no me quisieron facilitar el pasaporte, tenían muchísimo miedo no sabía qué pasaría en esa frontera si me iba a encontrar a un policía un paramilitar”, relata Heyling.
“Fue difícil pensar que no tenía a donde ir, sin dinero y sin documentos, personas de buen corazón pusieron todo de su parte para apoyarnos.” relata la entrevistada quien reconoce el apoyo de nicaragüenses en Costa rica que hicieron un puente de solidaridad.
La nica en Costa Rica hizo contacto con personas de otros lugares y busco refugio por un mes, incluso llegó a una finca muy lejos de San José. “Anduve durmiendo como en 7 casas diferentes incluso me toco convivir en una misma casa con 20 hombres, yo por supuesto no estaba acostumbrad a esto” aseguró.
Con el paso del tiempo la joven logra integrarse a un programa para activistas y logra una beca, está le permite ir a un lugar donde pueda pagar y se establece con otros jóvenes universitarios y discuten sobre que van a hacer, si van a estudiar, como van a sobrevivir y es una incertidumbre total.
La activista se pregunta ¿cómo van a lograr estar a salvo?, ya que no hay oportunidad de trabajo y solo cuenta con un carnet de solicitante de refugio y no se reconoce en todos lados, asegura que es fuerte la xenofobia y el machismo en ese país.
Heyling era estudiante cuarto año trabajo social en la UNAN Farem Matagalpa, pero fue expulsada de la universidad, sin embargo sus deseos para seguir estudiando no declinan, pero no tiene documentos de soporte sus estudios universitarios y le toca partir de cero.
“Tengo que ver este plan de vida, es difícil entrar en temas de educación, pero sigo denunciando dejando claro que es un reto hablar de xenofobia, feminismo, femicidio, violencia entre otros temas”, afirma.
Para esta chavala activista la salida de Ortega es un tema que no van a aflojar y piensa en la nueva Nicaragua.
“Para mí en la nueva Nicaragua lo más importante es que los liderazgos sean más humanizados y que podamos entender a los demás y se que es difícil, por qué ¿cómo reeducamos a un país entero?, pero desde los pequeños espacios, sé que podemos hacer mucho”, comenta Heyling.
De esta manera la joven matagalpina invita a la población a no quedarse solo mirando, les invita a pensar en lo que ocurre en este país y de qué forma podrían a poyar a gran parte de la población nicaragüense que se ha visto en la obligación de emigrar a otros países.
El compromiso y la fuerza van de la mano de Heylin quien sueña con una nueva Nicaragua que será posible gracias a la unidad de un pueblo cansado de tanta imposición.