En medio de denuncias y retos se conmemora el día mundial de la prevención del abuso sexual contra la niñez, han pasado 19 años desde que se decidió nombrar este día para hacer una jornada mundial de reflexión sobre los millones de niños y niñas abusados cada año.
Los hechos son muy frecuentes y las autoridades mundiales convocan a denunciar sin contemplaciones a nivel mundial, para las organizaciones de la sociedad civil este día tiene que ver con la lucha por la eliminación de la violencia sexual.
Ana Ara apoya el Colectivo de Mujeres de Matagalpa, una organización que forma parte del Movimiento Contra el Abuso sexual MCAS, y desde hace muchos años brinda atención y asesoría en delitos como estos.
Ana es psicóloga especialista en temas de violencia en base a su experiencia con atenciones a sobrevivientes de abuso sexual y violaciones nos dice que este es un problema serio.
«Es un problema muy serio a nivel internacional y la base de este problema es, cuando hay una sociedad que considera que hay ciudadanos con más poder que otros, Nicaragua no se escapa de esta problemática es uno de los países donde hay más agresiones sexuales, estudios demuestran que dentro dentro de las familias donde más se dan la mayoría de abusos sexuales a niñez y adolescencia», explica Ana Ara.
Como estos hechos se dan dentro de la familia, estas quieren mantenerlo oculto, según datos registrados entre el año 2016 y 2017 se contabilizan 30 mil niños y niñas abusadas en Nicaragua, estos casos si fueron denunciados y hay un peritaje.
Habrá otra cantidad importante de estos casos que no se denuncian y los involucrados pueden ser tíos, abuelos, primos, padres entre otros familiares, lo peor de esto es que se mantienen en silencio, pues las personas adultas exigen el silencio de parte de la niñez.
Cuando el silencio se instaura hace mucho daño, por ello desde el Colectivo de Mujeres se da una atención integral, se habla con la familia para que el niño o la niña tenga confianza y se pueda seguir un proceso judicial, «Estas situaciones causan dolores muy fuertes, personas inseguras y que se quedan en silencio», dice Ana.
Se debe creer, pero también reaccionar para denunciar sea judicial o a nivel social, además de proteger al niño y niña de su agresor, es fundamental que todo el mundo esté en una sola vos diciendo tolerancia cero al abuso sexual, que haya justicia y castigo dice Ana.
La niñez debe ser libre, crecer libre de amenazas, no ser manipulados sabiendo como es su cuerpo, que tienen derecho a decir no, y que sientan cariño verdadero y distingan al abusador.
El papá y la mamá debe dar una educación libre de violencia, porque si crecen en un ambiente de violencia, la niñez no tendrá herramientas para defenderse.
La entrevistada nos dice que hay un código de la niñez y la adolescencia y no se cumple a cabalidad, los resultados no son nada alentadores, «En este código de la niñez está el protegerlos de cualquier tipo de violencia, por lo tanto hay que seguir hablando, decir que la niñez tiene derecho hacer feliz, es necesario hablar y sanar para no repetir estas historias».
Razones como estas impulsan al Colectivo de Mujeres a continuar con su labor de prevención y sensibilización en violencia sexual, una labor que cumple muchos años a favor de la niñez y adolescencia, a través de atenciones en el área legal y emocional de manera gratuita.