Matagalpino en México comparte lo duro que es el exilio
Estar en manos de una organización criminal le tocó a Erlinton Antonio Flores Ortiz originario de una comunidad del Municipio de Sébaco departamento de Matagalpa. El joven estudiante de Tercer año de […]
Estar en manos de una organización criminal le tocó a Erlinton Antonio Flores Ortiz originario de una comunidad del Municipio de Sébaco departamento de Matagalpa.
El joven estudiante de Tercer año de Administración de empresas, dijo estar en desacuerdo con una serie de violaciones a los derechos humanos y se decidió salir a las calles y mostrar su repudio al gobierno Ortega-Murillo.
Su inconformidad lo llevó a organizar toda una comunidad para que dejara en evidencia aquellas situaciones que son violatorias a sus derechos humanos, pero de una forma pacífica haciendo uso de banderas azules y blancas, al joven esta decisión le salió muy cara.
«Me uni a las protestas desde el 14 de abril 2018, cuando protestamos en el parque Darío por la quema de la reserva Indio Maíz, luego estuve todos los días de protestas y plantones de la ciudad y también organice una marcha en la zona rural sur de Matagalpa y luego comencé a recibir amenazas y me vi en la obligación de salir del país», relata Erlinton.
Manifiesta que no ha sido fácil para el decidirse a dejar su familia, sus estudios y la tierra que lo vio nacer, pero le tocaba correr por su vida, por las constantes amenazas anónimas y el asedio por grupos armados, tenía que hacerlo.
Costa Rica no fue un país seguro para el estudiante pues asegura haber visto muy de cerca la muerte, reconoce que en este vecino país también hay persecución y paramilitares que se dedican a investigar a los refugiados y se dan a la tarea de hostigar a los nicaragüenses que iniciaron la lucha cívica.
Por esta razón se vio obligado a trasladarse a México en busca de refugio, él se fue vía área hasta Guatemala porque no necesitaba visa, solo requería de su cédula de identidad, más tarde logró entrar a México cruzando en pangas el río que divide la frontera entre Guatemala y México.
Luego llegó a Tapachulas, allí solicitó estadía en un albergue donde compartió con africanos, haitianos y centroamericanos, fue una situación muy dura, pues asegura que tenía que hacer fila para comer, bañarse, ir al baño y era muy complicado.
Recuerda que pidió ayuda en COMAR, la comisión de ayuda al refugiado, allí recibió una constancia, con eso no lo podían deportar, siempre y cuando migración lo detuviera en la ciudad.
Esta constancia le sirvió para llegar a ACNUR Agencia de la ONU para los refugiados, allí le dieron una tarjeta en la que se inició el depósito de una ayuda económica de manera mensual, así dejó el albergue y junto a otros nicaragüenses estuvieron en una casa.
El proceso continuo y aunque no le dieron refugio recibió medidas complementarias, un documento que ya le permitía moverse por todo el territorio mexicano y es así que decide irse a la frontera norte a la ciudad de Piedras Negras, sin imaginar que en este trayecto se pondría en peligro su vida.
«El día que iba para piedras negras , el bus que tome pasaba por Laredo, cuando llegue a ese lugar se subieron 6 hombres y empezaron a preguntar sobre nuestras nacionalidades, para donde íbamos, empezaron pedirnos documentos, incluso nuestro celular y empezaron buscar contactos de Estados Unidos, me encontraron dos lo que fue suficiente para que me bajaran del bus», comenta Flores.
Lo trasladaron en una camioneta, en el camino los hombres realizaron llamadas a los dos números de E.E.U.U. pidiendo cuatro mil dólares por el joven, al no obtener lo que querían, los maleantes dejaron tirado en el pueblo a Erlinton, amaneció en la terminal de buses y fue duro para él porque tuvo que observar como estos delincuentes se sienten dueños de las vidas de las personas que van por este lugar.
Al siguiente dia pude llegar a Piedras Negras donde me encontré con otro hermano nicaragüense con el cual nos apoyamos y nos sentimos más seguros», expresa Flores.
Por ahora trabaja en un centro comercial y sueña un día volver a Nicaragua, encontrarse con su familia y las personas con las que inició una lucha cívica, mientras tanto continúa solicitando la credencial de residencia temporal y envía el siguiente mensaje.
Erlinton Antonio Flores Ortiz, dice a Radio Vos que si tuviera la oportunidad de solicitar asilo en Estados Unidos lo va a hacer, pero espera a que cambie todo en Nicaragua porque quiere regresar a la tierra pinolera.