La educación popular feminista inició en la época de los noventa con la creación de un programa de alfabetización para aportar en el desarrollo y desempeño de las mujeres en la sociedad. Aunque el proceso en sí cerró en 2015, se continúa trabajando a través de estas metodologías.
La organización no gubernamental, con más de treinta años de trabajo comunitario con mujeres, jóvenes y niñez, Colectivo de Mujeres de Matagalpa, inició el proceso de alfabetización en los años noventa con mujeres; después de valorar datos que resultaron de un diagnóstico que se hizo en el trabajo con grupos organizados de parteras, más del 90 % de estas mujeres no sabían leer, escribir ni poner su nombre, lo que condujo a crear una propuesta para ayudar a estas mujeres, porque tener estas habilidades básicas era y es fundamental.
En la propuesta se creó una cartilla de alfabetización para mujeres “Con nuestras propias palabras” que explicaba desde la metodología participativa y feminista las enseñanzas básicas para aprender a leer y escribir, Eva Molina Show, representante de la organización enfatiza que «la cartilla se realizó desde el camino y la situación que las mujeres fueron planteando».
«El programa fue productivo porque se amplió en todas las comunidades organizadas y las mujeres salieron a enseñar», comenta Molina Show. Las alfabetizadoras pasaron por un proceso de formación; en las comunidades se lograron abordar los contenidos en grupos entre 10 y 12 mujeres.
La alfabetización tuvo un valor importante para estas mujeres, significó crear conciencia sobre los derechos que tienen como persona que en muchos casos se tiene que luchar para conseguirlos.
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La organización Grupo Venancia también aportó en la alfabetización, usó esta cartilla para trabajarla con sus grupos de mujeres en el campo, aunque más tarde incorporo otras metodologías.
El programa de alfabetización desde el Colectivo de Mujeres de Matagalpa se cerró por diversas problemáticas que perjudicaban el desempeño tanto de las alfabetizadas, alfabetizadoras y el de la organización «las necesidades económicas y los cuidados de la casa limitaron a las mujeres para continuar», asegura Molina.
Las ONGs continúa aportando en la actualidad a la enseñanza y aprendizaje desde esta mirada educativa con los grupos organizados principalmente el de las mujeres, porque la educación ofrece oportunidades, abre puertas y crea conciencia.