En menos de un mes, el gobierno de Daniel Ortega, ha presentado tres propuestas de ley, entre estas: La iniciativa de Ley Especial de Ciberdelitos, la cual es denominada como “Ley Mordaza” que censura el ejercicio periodístico independiente de Nicaragua.
Como respuesta, en el vecino país de Costa Rica, activistas azul y blanco, realizaron un plantón en solidaridad con el gremio de periodistas que sufren nuevamente una ola de censura desde el orden constitucional. También aprovecharon para exigir justicia por la oleada de violencia desatada en el país, frente a la embajada nicaragüense.
Los periodistas Ricardo Somarriba y Héctor Rosales insistieron que van a seguir informando por el compromiso como comunicadores para con el pueblo de Nicaragua, «nos quieren callar, pero no van a poder con cada uno de nosotros, cada día nuestra voz está siendo más fuerte».
La comunicadora periodista y excarcelada Lucía Pineda Ubau, del canal nacional 100% noticias, censurado desde el año 2019 por el gobierno, rechazó la nueva propuesta de ley de Ortega, “Nicaragua rechaza la ley mordaza”.
En el plantón también se hicieron presente docentes exiliados y despedidos, que exigieron al gobierno un retorno seguro, y un cese a la represión gubernamental, frente a la embajada de Nicaragua en Costa Rica se pronunciaron para exigir que el embajador de la cara «los maestros en el exilio queremos regresar a una Nicaragua libre y exigimos que dejen de reprimir y asediar al pueblo de Nicaragua».
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El plantón fue organizado por Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN Costa Rica), con el apoyo de organizaciones nicas como el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +.
El foro de Prensa Independiente de Nicaragua, también se pronunció y rechazó dicha iniciativa gubernamental. “Esta es una Ley Mordaza, que bajo el falso pretexto de –descontaminar- la comunicación persigue censurar toda forma de información en Nicaragua”.
Costa Rica, ha sido cuna de centenares de comunicadores, periodistas, y activistas políticos nicaragüenses exiliados que a causa de la represión, persecución y censura tuvieron que salir del país. Y aunque algunos han regresado a Nicaragua, quienes todavía están en el exilio continúan trabajando de forma organizada denunciando las frecuentes violaciones de derechos humanos.
Las recientes protestas y plantones en calles costarricenses se dan luego que los picos de contagios por la pandemia del nuevo coronavirus disminuyeran, tras haber provocado miles de muertos en el mundo.