Las niñas y niños tienen derecho a vivir una infancia feliz, padres, madres y personas adultas a su cargo, deben hacer un gran esfuerzo por lograrlo en medio de un contexto tan difícil como el que vive Nicaragua.
Según la psicóloga Marelin Somarriba, hay momentos difíciles que no se le pueden ocultar a la niñez, la persona adulta debe encontrar la forma adecuada para transmitir la información de manera que pueda continuar su vida tranquila, esto se puede acompañar de juegos y otras acciones que permitan su desarrollo pleno.
Las personas referentes para la niñez deben crear vínculos que permitan interactuar en espacios de seguridad, se debe asumir la responsabilidad desde la sociedad para crear espacios seguros. «Es importante hablar si hay situaciones en los hogares, rompamos el mito de que la niñez no entiende lo que pasa en el entorno, mientras más informados estén será mayor la confianza», agrega Somarriba.
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Para la psicóloga son muchos los beneficios que se obtienen al momento de garantizar una infancia feliz, entre ellos, mejores condiciones de vidas y personas emocionalmente sanas.
Cada niño y niña, aunque crezca en diferentes lugares debe gozar de sus derechos sin importar su condición económica política o social, esto permite tener seres humanos felices capaces de transmitir valores.