El TDH, un trastorno por déficit de atención más hiperactividad en la niñez, es uno de los trastornos más comunes de la niñez y los síntomas son más evidentes en la etapa escolar de entre los seis y siete años. Y aunque en muchas ocasiones el trastorno es hereditario es notable en uno de cada veinte niños.
Carolina Vega, pediatra, neuróloga y radióloga, explica que este trastorno es clínico y si no se atiende a tiempo es probable que la niñez se auto lesione emocional y físicamente «no hay un examen preciso, es un examen clínico que permite recopilar la información donde se reúnen 18 criterios», agrega Vega.
Para la doctora, lo que predomina del trastorno en la niñez es la parte atencional y enfoque, porque no le permiten recibir y seguir instrucciones, tampoco seguir aprendiendo temas donde se requiere esfuerzo para aprender. La dificultad está en todos lados pues son 18 las características del trastorno.
«Si el niño solo tiene dificultades en casa y en la escuela todo está bien puede ser algo meramente ambiental y no ser un déficit atencional», comenta.
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Consultamos a la doctora de cuáles son los principales criterios de atención para la niñez que convive con el trastorno, y qué es lo que el padre y la madre de familia debe tener en cuenta «cuando los padres o maestras detecten esto es importante llevarlos a la psicóloga donde se le puede aplicar un test».
La especialista indicó que buscar a una pediatra es lo más adecuado para brindarle atención rápida a su hija e hijo. Lo mejor es que lo vea y analice con tiempo de forma consecutiva hasta que la niñez mejore.