Para pobladores de comunidades de Matagalpa poder obtener un poco de agua, tienen que asumir responsabilidades que vulneran sus vidas, pues en muchas ocasiones los apoderados en las montañas, sean dueños de grandes haciendas o fincas, privatizan los ríos y pozos. Hay mucho abuso de poder y se vuelve difícil conseguir un poco para consumo y quehacer.
Y si una mujer comunitaria o agricultor logra conseguir un poco de agua de un río de montaña, crique o pozo, recoge agua sucia, porque los trabajadores de haciendas ya han contaminado el líquido con químicos, debido a la mala gestión agrícola que practican. Mientras unos la garantizan para sobrevivir y conservan, otros la derrochan y contaminan.
Eva Molina, ha colaborado con mujeres comunitarias a cargo de proyectos de agua, explicó algunos retos a los que se enfrentan las lugareñas.
Escasez de agua en comunidades
«Las mujeres en las comunidades se encuentran en una situación de escasez del vital líquido; cada vez las fuentes de agua tienen menor capacidad para garantizar agua a las familias», dice Molina.
La escasez de agua se debe al despale indiscriminado, las fuentes de agua se encuentran en propiedades privadas «las comunidades no tienen ninguna posibilidad de decidir, están a expensa de lo que diga el dueño de las propiedades».
Aunque parezca una locura, las fuentes de agua se están perdiendo desgraciadamente por la contaminación, y lo más grave es que «no nos estamos dando cuenta de las consecuencias». Una de ellas es la migración interna.
Las mujeres plantean que en estos meses de verano, no tienen derecho al agua, como derecho humano, cada vez se les hace más difícil canalizarla a través de tuberías. La poca que llega apenas y se puede tomar y cocinar. No existe en las comunidades una distribución equitativa por lo que se sigue convirtiendo en una demanda permanente para las mujeres.