Nicaragua es un país que cuenta con cuantiosos recursos que aportan belleza, pero sobre todo vida a los seres vivos entre ellos están los manglares y según estudios estos abarcan aproximadamente el 30% de la línea costera, pero al paso de los diferentes huracanes por el país estos han sido gravemente afectados y se podría decir que están en peligro de extinguirse.
Organizaciones y personas amigas del medio ambiente han manifestado que estos ecosistemas que son catalogados como barreras naturales en zonas costeras, frente a inundaciones se mantienen olvidadas por parte de las instituciones encargadas de velar por la protección de estos recursos.
Conversamos con líder indígena el que refiere lo siguiente con respecto a este tema «el bosque va siendo eliminado por nosotros los seres humanos, por nuestros proyectos económicos que le llamamos, por los urbanizadores, por los proyectos de ganadería y por el monocultivo».
Daño a la naturaleza
El daño que se le ha causado a recursos naturales es muchas veces irreversible y tenemos que tomar medidas para poner un alto a esta situación que cada día se agudiza y afecta poco a poco especialmente a los manglares porque son lo que se encuentran debajo de las costas.
Se debe realizar un mayor análisis de parte de las autoridades gubernamentales sobre las prácticas de explotación económica de algunas industrias en las zonas que aportan al deterioro de los recursos y en este caso de los manglares.
Continúa explicando «siempre se debe estar cuidando esa línea delgada entre el avance de la economía versus la conservación de los recursos naturales y es por eso que debemos trabajar de manera coordinada con los diferentes sectores y de esta manera evitar que se puedan eliminar».
Esta es una tarea de todos y todas, se debe sensibilizar a la población y también involucrarnos en acciones que sean amigables con el medio ambiente y donde su principal objetivo sea la preservación y cuido de los recursos naturales.
Según estudios han determinado que con la explotación económica de los manglares pone en alto riesgo a estos ecosistemas, cuando no se aportan las medidas necesarias para su restauración adecuada.