Comunidades indígenas siguen resistiendo a invasiones de colonos en la Costa Caribe de Nicaragua

Siguen las invasiones en comunidades indígenas, población asegura que los colonos justifican estos actos alegando que son bosques que no están siendo productivos

Aunque la invasión de colonos es un fenómeno complejo en las dos regiones autónomas de las costas caribe de Nicaragua, desde el aspecto jurídico, político, cultural y económico, las poblaciones originarias de esas comunidades están claras que en cuanto a la parte jurídica, el gran problema es que la sociedad no respeta y reconoce su existencia.

Ese no reconocimiento genera falta y acceso a los derechos humanos y tierra. También el racismo y denigración permiten no considerarles parte del país u objetos sin derecho. Pese a ello, siguen luchando por la reivindicación sus derechos fundamentales.

Para comprender el conflicto entre colonos y pueblos originarios tuvimos comunicación con Juan Carlos Ocampo, fundador y coordinador de Prilaka, un movimiento social en defensa de las comunidades indígenas invadidas, Ocampo describió el enorme problema que les perjudica y más aún en contextos de crisis como las actuales «nosotros tenemos otra cultura y se desconoce y no se reconoce. Necesitamos la tierra, los colones dicen que las tierras son áreas que no hay nadie y las ocupan».

El Estado de Nicaragua tituló (casi) la mayoría de los territorios indígenas por lo que sus pobladores saben quién está ilegal. Pese a ello no es sencillo denunciar la invasión de colonos porque en ocasiones están armados.

En cuanto a las economías de esas comunidades, siguen siendo productos agrícolas de calidad. Pero según el análisis de Ocampo, es importante  un cambio de modelo económico, la reubicación de colonos fuera de las áreas indígenas y una inspección e innovación de campos «tenemos un modelo agroexportador que no se a actualizado, tenemos una economía que no desarro0lla y no se diversifica».

Uno de los modelos de resistencia de estos pueblos indígenas es ponerse firmes para trabajar por la comunidad pese al divisionismo que pregona el gobierno central del país pues los colonos siguen haciendo de las suyas.

En las comunidades donde los colonos ya se han tomado todas las áreas de reserva e incluso las áreas de cultivo de los pueblos indígenas, está generando incluso migración de los pueblos hacia otras zonas. Las denuncias se han hecho y los gobiernos regionales no han hecho nada, dice Ocampo. «No hacen nada para detener las invasiones, ya se han puesto denuncias ante las autoridades», comenta Juan Carlos,

En este preciso momento no existe un proceso de resistencia efectivo que esté haciéndole frente a las invasiones para que retrocedan. Más bien es luchar hasta el final, sobrevivir y construir memoria de lo que pasa para vivir “donde siempre hemos vivido”, refiere Ocampo.

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Entonces, ¿por qué el Estado no promueve la autonomía en esto pueblos originarios que tanto sufren por las invasiones de colones? «Aunque tenemos una ley de autonomía, no existe la descentralización, el Estado hegemoniza la población, hay deficiencia en la aplicación de leyes», enfatiza.

En esa misma línea, los presupuestos a las regiones autónomas son muy bajas a diferencia de la recolecta de impuestos en esas zonas. Los mismos presidentes territoriales se han prestado al juego de las invasiones y las transferencias están siendo escasas para quienes las necesitan.

Con las ayudas a las poblaciones afectadas por los huracanes Iota y Eta, también está ocurriendo lo mismo. Siguen haciendo proselitismo político para manipular a más gente y perjudicar a los pueblos necesitados. Todo eso instrumentaliza los proyectos de autonomías a favor de intereses políticos, económicos nacionales.

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