Dos obispos y 16 sacerdotes fueron desterrados a Roma
Desde el 2018 la iglesia católica se convirtió en el blanco perfecto de asedio del gobierno únicamente por acompañar al pueblo de Nicaragua
A través de una nota de prensa difundida en medios oficialistas se dio a conocer que fueron enviados a Roma los obispos Monseñor Rolando Álvarez Lagos obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, Monseñor Isidoro Mora obispo de la Diócesis de Siuna, junto a ellos 16 sacerdotes y dos seminaristas.
Aunque la noticia fue recibida con alegría por parte de la feligresía les entristece que tres Diócesis hayan quedado sin su obispo, tomando en cuenta que existen celebraciones litúrgicas que únicamente pueden ser oficiadas por el obispo entre ellas, ordenaciones diaconales y sacerdotales.
«Me alegra que mi obispo haya salido de la cárcel, pero lo que me causa mucha tristeza es que lo destierren de su país, de su pueblo de su feligresía, más de un año detenido, ahora no tenemos obispo, la iglesia ha sufrido la peor persecución, nunca antes vista», refirió a Radio Vos un feligrés en condición de anonimato.
Mediante redes sociales se publicaron fotografías en las que se observa a los dos obispos revestidos con sus ornamentos litúrgicos y celebrando eucaristías, después que fueron despojados de sus vestiduras al momento que fueron llevados a la cárcel sin delito alguno.
En el caso de Monseñor Rolando Álvarez estaba preso desde el 04 de agosto del 2022 cuando lo encerraron en la curia episcopal de Matagalpa, junto a sacerdotes, seminaristas, un diácono y laicos, luego de que el gobierno de Nicaragua decidiera arreciar la persecución contra la iglesia católica, al obispo se le sentenció sin juicio alguno a 26 años y cuatro meses de prisión y mantuvo preso en la cárcel la modelo desde el 09 de febrero del 2023.
El destierro de estos últimos religiosos se llevó a cabo después de unos meses que se realizó esta misma acción con 12 que fueron trasladados a Roma y en febrero del 2023 cuando fueron incluidos varios sacerdotes y enviados a Estados Unidos.
Desde diferentes organismos de derechos humanos se demandó la liberación de los religiosos y aunque han quedado en libertad estos mismos organismos «condenan que se les prive de su nacionalidad y se les impida ala mismo tiempo ejercer su servicio en su país, pero es mejor que estén fuera y no encarcelados», señaló un defensor de derechos humanos.
Desde el 2018 la iglesia católica se convirtió en el blanco perfecto de asedio del gobierno únicamente por acompañar al pueblo de Nicaragua fueron tachados de golpistas, desde entonces se han prohibido celebraciones de piedad popular como las procesiones y la mayoría de las parroquias han sido asediadas por agentes de la policía.
Según datos recopilados por los diferentes organismos más 100 sacerdotes han sido desterrados, expulsados y exiliados por el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, por lo que se continúa demandando libertad para todas las personas detenidas injustamente entre ellos laicos.