Urge actuar sobre la violencia escolar, no es un juego
Entre estudiantes se observa el bullying, acoso, violencia física, empujones, jalones de cabello, violencia verbal, insultos, sobre nombres, burlas, risas de un grupo sobre otros, uso de spray, hasta armas blancas o cualquier tipo de elementos que causan daño a otras personas, también el vandalismo cuando destruyen las escuelas y lo que hay dentro.
Lo que inicio como un juego, terminó con resultados irreversibles para un estudiante de secundaria en León, el adolescente le ocultó a su mamá que mientras jugaba de manera inadecuada en el centro de estudios recibió patadas en sus testículos y soporto dolores por varios días hasta que lo llevaron a un centro asistencial, la emergencia médica llevó al personal médico a extirpar un testículo.
Este hecho ha sido visto como un juego violento e inadecuado con resultados traumáticos para el afectado, según especialistas este hecho también marca la vida de los otros adolescentes involucrados y está muy ligado a la violencia escolar que se vive de diferentes formas.
Para la psicóloga Leonila Argüello, “cuando se habla de violencia escolar se refiere a conductas agresivas, destructivas, dañinas que suceden dentro y fuera de los centros escolares o en los alrededores por y entre el estudiantado y puede incluir una amplia variedad de comportamientos”.
Entre estudiantes se observa el bullying, acoso, violencia física, empujones, jalones de cabello, violencia verbal, insultos, sobre nombres, burlas, risas de un grupo sobre otros, uso de spray, hasta armas blancas o cualquier tipo de elementos que causan daño a otras personas, también el vandalismo cuando destruyen las escuelas y lo que hay dentro.
Las causas de esta violencia escolar son muchas y es importante hablar, dice Argüello, “no se trata de acusar al estudiantado, de expulsar, bajar puntos, suspender, llamar a padres y madres de familia a reuniones, angustiarse, castigar, cuando se ponen tantas quejas”.
Argumenta que una de las primeras causas son problemas de salud mental, como depresión o ansiedad, problemas familiares, violencia en sus diferentes expresiones, situación económica o sociales, el fácil acceso de armas, el acoso entre estudiantes más cuando ha vivido bullyng, porque desea ser uno más para ponerse a salvo y es un mecanismo de defensa.
Ante hechos como estos, “hace falta supervisión o programas preventivos en la escuela y aquí tiene responsabilidad toda la familia, el personal docente de cada escuela y la misma sociedad, deberá existir supervisión seguimiento y acompañamiento” indicó.
Explica que las consecuencias de la violencia escolar también pueden ser graves no solo para las personas que lo viven, si no también para las personas que ejercen esta violencia, “se pueden desencadenar problemas emocionales o psicológicos, aumenta el riesgo de intentos de suicidio o consumar un suicidio, trastornos mentales, baja de rendimiento escolar, problemas de conducta con acciones o comportamiento agresivos, problemas de adaptación, afectación en su salud física.”
Para prevenir la violencia escolar según la especialista, hace falta implementar programas de prevención atendiendo primeras señales como el acoso escolar y la violencia, debido a que inicia con pequeñas cosas y después que se detectan dentro del aula, ayudar a desarrollar habilidades sociales y emocionales para trabajar conflictos o cosas que no les gusta o les incomoda, pero de una manera pacifica que no sea con gritos y golpes para entender ese impacto en las personas que la viven, además fortalecer las relaciones entre el estudiantado, esto puede ser desde la casa y la escuela, fomentar la amistad, escucha, evitar el no me gusta o me cae mal al contrario hablar de ello.
La terapeuta invita a no fomentar más agresiones que son un caos, promover el respeto a la diferencia, compartir, tener acceso a recursos y grupos de apoyo, incluir trabajos en conjunto para desarrollar un protocoló, elementos y herramientas que ayuden a lidiar con incidentes violentos aduciendo que “en este país no podemos seguir construyendo en el desquite y la venganza, hay que construir y reconstruir relaciones de tolerancia y respeto y empieza en casa, sigue en la escuela y la sociedad también somos responsables, los medios de comunicación tenemos una enorme responsabilidad en este tema”, finalizó diciendo Leonila Argüello.