Los femicidios frustrados siguen en aumento y daña la vida de las mujeres
Los femicidios frustrados siguen afectando la v ida de las mujeres, para las defensoras de los derechos es necesario que la sociedad actúe ante estos casos
Según el informe del observatorio de violencia de Católicas por el Derecho a Decidir de Nicaragua a tan solo 4 meses del año 2021 se reporta 41 casos de femicidios en grado de frustración, estos actos de violencia machista generan traumas en la vida de las mujeres. Cada año van en aumento los femicidios frustrados, además sobrepasan las cifras de los femicidios.
Las mujeres quedan expuestas a serias consecuencias al vivir estos actos violentos, porque provocan daños en lo emocional, física y mental, además su familia también se ve perjudicada.
Los femicidios frustrados son aquellas situaciones donde estuvieron a punto de quitarle la vida a una mujer en actos violentos perpetrados por hombres, donde ellas tienen o no un vínculo emocional.
Para la psicóloga Ruth Marina Matamoros especialista en casos de violencia estas mujeres están en riesgo de perder su vida y es un trauma que viven a diario, porque quedan secuelas, «pueden quedar ataques de ansiedad, nervios, pesadillas y pueden enfermarse», dice Matamoros.
Para el año 2020 se reportaron 115 casos de mujeres que sobrevivieron de un femicidios frustrado, es preocupante porque en ellas se desarrollan inseguridad y miedos, algunas no pasan por terapia para sanar este trauma.
Los ataques violentos a las mujeres provocan traumas que quedan en la memoria y en el cuerpo. Muchas veces dejan hasta discapacidades en la mujer. Algunas intentan suicidarse, pero desde el Estado no se resuelve, sino que se incita a mediar, señala la psicóloga.
Algunas mujeres no denuncias la violencia que viven por miedo a que no se haga justicia o no se sienten apoyadas en la familia, en la comunidad, en el barrio y en la sociedad.
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Matamoros recalca que desde las organizaciones se hace el esfuerzo de informar sobre la violencia machista, porque es importante que ellas tengan conocimiento del ciclo de la violencia, para orientarlas y que identifiquen el riesgo.
Pero este es un tema que se debe seguir trabajando desde las diferentes instituciones, dice la psicóloga. El apoyo a las víctimas es necesario desde la sociedad
También el cambio se debe promover en las escuelas; las formas de comportamientos más igualitarios, más democrático y el respeto de derechos humanos. El cuido y el respeto se debe reforzar en los hogares. Desde la infancia se aprendan que la violencia no es normal.