¿Cuánta calidad educacional propone Nicaragua sin contar con políticas educativas?

Uno de los derechos indispensables para el ser humano es la educación, qué está pasando con este derecho en Nicaragua

El derecho a un nombre y nacionalidad son fundamentales para el desarrollo de un ser humano, luego están el derecho a la salud, alimentación y vivienda, pero qué sucede con el derecho a la educación, y primordialmente en Nicaragua, un país con una enorme tasa de desempleo y pobreza que han limitado el desarrollo de capacidades humanas y disfrute de una vida plena en comunidades y ciudades.

La educación es el derecho y ejercicio principal que erradica la pobreza porque educarnos nos convierte en personas pensantes y críticas, en personas con herramientas matemáticas que podemos plantearnos preguntas, buscar información y construir respuestas que contribuyan al desarrollo de capacidades, conocimientos y valores.

Este derecho se vuelve una necesidad también en contextos de crisis y que haya métodos pedagógicos bien estructurados desde la educación básica a la superior son primordiales pues los mismos arrogarán resultados escolares de excelencia, y si al contrario fuese, los rendimientos escolares decaerán y la calidad educativa pierde fuerza como hoy día en Nicaragua.

Según informes suministrados durante el cierre del año 2021 por la Organización de las Nacionales Unidas para la Educación (UNESCO) Nicaragua se encuentra por debajo del promedio de la región en Matemáticas, Ciencias y Lectura. El internacional urgió a encargados del estado desarrollar urgentemente un plan educativo.

Educación en Nicaragua no es prioridad

Para el docente universitario Omar Espinoza la educación en Nicaragua no es una prioridad debido a diferentes factores tales como el bajo y escaso presupuesto destinado a docentes en comparación a otros países y desintereses del estado en promover condiciones estables para contribuir en el desarrollo.

«La calidad de la educación se perdió un montón por el asunto covid, pero antes de eso ya había un sinnúmero de deficiencias que estaban mostrando los estudiantes al terminar sus estudios de secundaria», dice Espinoza.

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Para la docente Fanny Vado que imparte conocimientos con la niñez desde la educación inicial, nos dice que para el crecimiento y valor pedagógico en este país, la educación debe contener creatividad y participación.

«La educación inicial debe ser de calidad porque la niñez todo lo ve a través del ejemplo, por lo tanto el docente debe estar dotado de estrategias y formas para llegar a la niñez», enfatiza Vado.

Jairo Flores, docente investigador en educación detalla que “un país que no invierte en educación es un país que vive atrasado en desarrollo y conocimiento, por lo tanto, elevar el PIB (producto interno bruto) del 4 por ciento al 6-7 por ciento, sería maravilloso; pero, mientras no se dé la importancia difícilmente se obtendrán elementos capaces para enfrentar los retos de la vida” dijo al digital Artículo 66.

En esta misma idea, el investigador sugirió aumentar el salario de las y los docentes a nivel centroamericano para que puedan solventar los “16 mil córdobas de la canasta básica”.

No hay políticas educativas

Gloria Ordóñez, también educadora, concuerda con la intervención del docente Omar Espinoza y  comparte cómo el gobierno central no presta interés en la educación y lo peor es que “está partidarizada”.

Otro de los problemas graves de Nicaragua, es también que no cuenta con políticas educativas de estado pues actualmente, el nivel educativo de la población es de apenas 5  años de escolaridad, que en el sector rural disminuye a solamente 3 años. Pareciera claro que un desafío fundamental es incrementar la escolaridad promedio, sin embargo la legislación nicaragüense únicamente establece como obligatorios siete grados: el tercer nivel de preescolar y seis grados de primaria dejando en la incertidumbre su futura ampliación, tal como puede leerse en la Ley General de Educación.

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Pero qué sucedería si Nicaragua contara con políticas educativas de estado, otro docente en el anonimato dice «cuando se vuelve política de Estado la educación, el gobierno tiene que  garantizar una educación de calidad e igualdad, tiene que contar con un modelo de leyes que permiten el seguimiento del sistema educativo y que este sea competitivo en la región».

En cuanto a los desafíos que ha generado la pandemia como brindar clases virtuales, el experto Jairo Flores sugirió capacitaciones masivas a todos los grupos de docentes de todo el país de zonas urbanas y rurales como también dotar equipos que contribuyan al desarrollo de actividades educativas.

Los desafíos educativos en este país son enormes y las consecuencias si no se buscan soluciones podrían generar devastadores y lamentables daños en el desarrollo, presente y futuro del país.

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