Impacto del Fenómeno de la Niña en Nicaragua
En los últimos años, en Nicaragua, el fenómeno de la Niña ha incrementado la frecuencia y la intensidad de eventos climáticos extremos como inundaciones, sequías, tormentas tropicales y huracanes.
El fenómeno de la Niña se caracteriza por el enfriamiento anómalo de las aguas superficiales del océano Pacífico central y oriental, y ha tenido consecuencias significativas en Nicaragua. Según expertos, este evento climático natural forma parte del ciclo del Niño y se presenta cada 2 a 7 años, pudiendo durar entre 9 meses y 3 años.
En los últimos años, en Nicaragua, el fenómeno de la Niña ha incrementado la frecuencia y la intensidad de eventos climáticos extremos como inundaciones, sequías, tormentas tropicales y huracanes. Estas condiciones climáticas han causado daños y pérdida de cosechas, así como deslizamientos de tierra que han tenido un impacto negativo en la población.
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Las organizaciones que monitorean el cambio climático han emitido alertas sobre la posible llegada del fenómeno de la Niña entre mayo y julio de 2024, con una probabilidad del 52% de que persista durante el pico de la temporada de agosto a octubre.
«Se espera que la temporada lluviosa en Nicaragua inicie en el mes de mayo con precipitaciones por encima del promedio, especialmente en los departamentos de Chinandega, León y Managua», explicó el agrometeorólogo Agustín Moreira.
Esta noticia ha causado preocupación entre los productores de granos básicos, quienes ya se encuentran preparando la tierra para realizar la siembra de primera. «El panorama no es nada alentador para nosotros, ya que si llueve mucho como lo han pronosticado, estamos en riesgo de perder la cosecha debido a las lluvias», expresó un pequeño productor.
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Los productores se han visto afectados en los últimos años debido al cambio climático, especialmente en el corredor seco del país, donde las sequías han causado pérdidas en las cosechas, específicamente de maíz y frijoles. Aunque han implementado nuevas estrategias, no ha sido posible detener el daño.
«Lo que hemos venido haciendo es utilizar semillas resistentes al cambio climático, usar abono orgánico y establecer espacios de riego mediante la cosecha de agua, pero la sequía siempre nos ha afectado, y este año el exceso de lluvias también puede generar pérdidas», explicó.
Es importante que la población en general esté preparada para enfrentar el cambio climático este año. En cuanto a las cosechas, el exceso de lluvias podría causar pérdidas y tener un gran impacto negativo en la seguridad alimentaria del país.