La defensa de los derechos hacia las mujeres es una lucha que se mantiene a nivel mundial
Pese a las diferentes luchas que realizan las organizaciones feministas en Irán, la violencia en este país no se ha detenido, el odio hacia las mujeres se ha intensificado
La situación en temas de derechos para las mujeres ha sido una lucha constante, pero en Irán esto es grave, ya que las mujeres están más vulnerables, por el simple hecho de no llevar un velo que cubra su cabeza son condenadas a muerte por una cultura y tradición religiosa de ese país.
Mahsa Amini, una joven de 22 años, falleció en un hospital tres días después de ser detenida por la policía por no seguir normas estatales del uso del velo (hiyab), ante este hecho organizaciones feministas a nivel mundial se han pronunciado.
Ana Ara, feminista y comprometida en la defensa de los derechos de las mujeres refiere «sobre el papel de la mujer en Irán y lo que esta está sucediendo en estos últimos días me preocupa me impacta lo que significa la resistencia de las mujeres de autodeterminación de alzar sus voces, pero a la vez me genera mucho dolor, el silencio en muchos lugares».
Ara también sugiere, tendríamos que juntarnos, apoyar y denunciar toda esta violencia, la situación del que el pañuelo sí o el pañuelo no o lo que motiva es simplemente un símbolo de lo que significa para un fundamentalismo y una dictadura decidir sobre la vida y los territorios de las mujeres.
Vulneran derechos de las mujeres
Pese a las diferentes luchas que realizan las organizaciones feministas en Irán, la violencia en este país no se ha detenido, el odio hacia las mujeres se ha intensificado hasta el punto que el estado no respeta lo derechos de las mujeres.
Cela Fierro feminista y defensora de derechos de las mujeres comenta «se profundizaron los controles luego de una enorme movilización en contra de la utilización obligatoria del velo. Venimos de un auge y empoderamiento de las mujeres a nivel mundial y las mujeres son vanguardia de esta lucha»
La violencia hacia las mujeres es un fenómeno que desde hace años se ha luchado por erradicar, gracias al aporte que han generado las organizaciones y movimientos feministas en Nicaragua y el mundo.