De ingeniero agrónomo a vendedor de libros en Matagalpa
El Matagalpino, Don Carlos González Fley es un señor de casi ochenta años de edad. Actualmente vive solo, un hermano es quien lo asiste cuando él se enferma. En su etapa activa […]
Radio Vos
12:22 pm
05/06/2020
Matagalpa, Nicaragua
El Matagalpino, Don Carlos González Fley es un señor de casi ochenta años de edad. Actualmente vive solo, un hermano es quien lo asiste cuando él se enferma. En su etapa activa como trabajador desempeñó su profesión de ingeniero agrónomo, pero con el pasar de los años, fue dejando su profesión pues las energías se agotaron y ahora vende libros por casi toda Matagalpa.
Don Carlos, en sus mejores días fue profesor en la UNAN Farem Matagalpa, comenzó a vender libros como una oportunidad de ganarse la vida, los precios son accesibles y la clientela es fija. “Tengo que buscar algo que hacer, ya estoy muy veterano, esta es una oportunidad en que yo compro los libros y los vendo a un precio razonable”, asegura sonriente el anciano que ahora recorre largas distancias a pie para vender sus libros y revistas.
Las maravillosas obras, de los escritores Víctor Hugo, Shakespeare, Edgar Allan Peo, Rubén Darío, Gabriel García Márquez, Antoine de Saint-Exupéry, entre otros, son solo algunas que don Don Carlos González Fley revende a su amplia clientela de esta ciudad.
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Al hombre además de la agronomía le gusta la literatura y aunque no lee mucho, cuando ofrece sus libros comenta sobre el autor, algunas escenas y sus logros en la industria desde su publicación, esto induce y convence para que el cliente compre la obra literaria.
El reto más grande para González Fley, es evitar el contagio de la pandemia del coronavirus, cuando va por las calles ofreciendo libros, usa mascarilla, pero le preocupa la pandemia, «Me preocupa, pero procuro cuidarme ya que todos estamos propensos a enfermarnos».
Un maletín mediano, color negro, es sostenido entre los brazos de González Fley, su caminar es lento, y los peligros ante los que se enfrenta todos los días son graves, pero nunca le han robado. Dice sentirse cansado pues no tiene la misma fortaleza de hace diez años, pero se mantiene alerta ante las crisis de país.
