Familia matagalpina pide apoyo para sobrevivir

Don Gumersindo Antonio Martínez Velásquez habitante de barrio Rosario Murillo ubicado detrás del parque de Ferias, lleva 4 años de sufrir una enfermedad que lo mantiene postrado en una cama. Su preocupación […]

Don Gumersindo Antonio Martínez Velásquez habitante de barrio Rosario Murillo ubicado detrás del parque de Ferias, lleva 4 años de sufrir una enfermedad que lo mantiene postrado en una cama.

Su preocupación más grande es que está en manos de sus cuatro hijos de 3, 7 y 14 años, además de su niña de 12, esta menor se ha dedicado a cuidarlo y no ha logrado ir a la escuela.

En este hogar están posando, no hay alimentación, carecen de medicamentos y hasta cuadernos para ir a la escuela.

Don Gumersindo hablando de cómo su salud se ha deteriorado.

«Hace 4 años atrás vivía en una finca, comarca el nancital y trabajaba. Un día llegué de trabajar y me bañé en sudor, estaba sentado en una hamaca me sentía mal y le dije a la que era mi esposa que me llevara al hospital. Pero ya no me he podido recuperar, en esta casa estamos posando yo no tengo casa», relata don Gumersindo.

Asegura que antes recibían un paquete alimenticio departe del comedor infantil del lugar, pero esta ayuda se retiró, ahora está a punto de quedar nuevamente en la calle ya que el lugar que habita está siendo solicitado por los dueños.

“La pobreza nos arraso, es demasiado grande, somos 5 bocas que alimentar y yo me estoy muriendo” dice este padre de familia que suplica apoyo de parte de la población para sus niños y su hija.

«Carecemos de comida por que no la tenemos, la pobreza que nos ha alcanzado es demasiado grande cada dia que pasa yo me siento mal y le digo mi hijo que me duele dejarlos en la calle. No he recibido ayuda por parte del gobierno, yo le serví en la Navidad Roja en el ejército popular yo he luchado por algo que nunca tuve pero el gobierno no me reconoció», dice Gumercindo.

La Alcaldía de Matagalpa conoce de este caso y le entrega 10 libras de arroz y 5 de frijoles cada mes.

Don Toño como le llaman sus vecinas, se queja de la mala atención médica que ha recibido en el centro de salud del lugar, hasta llegar al punto de no querer sacarle las puntadas de una operación reciente.

«Estoy operado y no me han querido sacar las puntadas, cada que voy me dicen que no hay medicamentos; cuando salí del hospital me dieron un frasco de insulina pero no encontre donde guardarla por que los vecinos no tienen refrigeradora, hace como 12 días que no me aplico la insulina», cuenta don Gumersindo.

Linda de 12 años ha tenido que cuidar a su padre en este momento tan duro y hoy habla ante los medios solicitando apoyo porque quiere ir a la escuela.

«Fui a la escuela pero llegue hasta primer grado, tenemos muchas necesidades yo le ayudo a mi papá», dice Linda.

Doña Yamileth Castro García habita en el barrio se ha congrega en una iglesia desde donde se apoya de otras miembros de esta iglesia para dar alimentos de vez en cuando a esta familia.

«Desde hace como un año conozco la situación de el, necesita muchas cosas como sus pastillas para aliviar el dolor y cosas de uso personal, nosotros apoyamos en lo que podemos», expresa Yamileth.

Doña Yamileth se pone a la orden para ser este puente que permita brindar ayuda humanitaria a estos menores de edad junto a su padre, el número de ella es el 27 75-4500.

 

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