Tejedoras de Matagalpa enfrentan crisis económica a raíz de la pandemia

"En día trabajamos y días no, por esta situación no nos estamos proyectando", comentan tejedoras del municipio de Matagalpa

Un grupo de mujeres tejedoras del municipio de Matagalpa se vieron afectadas por la crisis económica que se desató con la llegada del nuevo coronavirus en Nicaragua, el 18 de marzo se reportó el primer caso de covid-19 según el ministerio de salud (Minsa). Debido a esto las ventas locales disminuyeron, también las exportaciones al extranjero de este producto, explica la representante de la organización Colectivo de Mujeres de Matagalpa impulsora de este proyecto, Zoraida Torrez.

Una de las mayores preocupaciones de las tejedoras del Telares Molino Norte de Matagalpa es perder el empleo que durante 18 años que tiene de creación ha sido su fuente de ingresos para sostenerse en lo personal y familiar. La Tejedora María Eulogia López Figueroa, una de las fundadoras del grupo, argumenta que este es un problema grave porque el negocio es autosostenible «en día trabajamos y días no, por esta situación no nos estamos proyectando», comenta López.

El telar Molino Norte es bastante reconocido a nivel local e internacional, porque son productos nacionales elaborados a mano como las mochilas, las porta botellas, billeteras, monederos, bolsos, carteras entre otros a base de hilos de algodón importado del departamento de Masaya.

Como consecuencia de la pandemia y para protegerse del covid-19 las tejedoras tuvieron que incurrir a la modalidad, trabajo desde casa, porque son mayores de edad y según la Organización Mundial de la Salud (OMS) son las más propensas a contagiarse.

Puede leer: Leer, escribir y organizarse sigue siendo importante para las parteras comunitarias 

Las tejedoras se formaron para hacer este trabajo que lo hacen con mucho esmero y dedicación utilizando la técnica de las ancestras, el tejido tradicional, con el apoyo del Colectivo de Mujeres de Matagalpa las tejedoras lograron aprender las técnicas de tejido y fue hasta el 2002 que se inició este proyecto.

Un problema que han venido enfrentando y es necesario señalar «es la falta de valor y utilización de lo nacional por algunas personas, en este caso los productos elaborados con hilo», enfatiza Zoraida Torrez. La esperanza del grupo de tejedoras es seguir impulsando el proyecto para mantenerse, mantener el empleo y su salario, porque es un trabajo que necesitan sobre todo en esta época de crisis económica.

---