«Comprometida con lo que me gusta y me hace feliz», dice panadera comunitaria
Una de las maneras para ayudarse económicamente es organizarse, aseguran mujeres de las comunidades que llevan proyectos para hacer crecer sus negocios
Doña Lesbia Carolina Montenegro habitante de la Comunidad El Carrizo, cumple 19 años de ser panadera en su comunidad, manifiesta que se siente comprometida con lo que le gusta y le hace feliz, a pesar de la situación económica continúa sacando adelante su panadería.
La emprendedora recuerda sus primeros inicios en el oficio de la panadería, los pasos de su madre la llevaron a reconocer la importancia de trabajar en algo que le gusta y le beneficia de manera económica.
Emocionada cuenta que le gusta que todo salga bien y que hay tiempo para todo.
En la etapa de su adolescencia y juventud horneaba junto a su mamá «hacíamos el pan de maíz, luego me casé y tuve mis hijos cuando ya crecieron comencé mi panadería», cuenta.
Mujeres organizadas
La entrevistada es líder de la comunidad El Carrizo, y está organizada en la cooperativa Tres Pinos, reconoce que estar organizadas como mujeres y tener la oportunidad de ir a diferentes eventos le permitió crecer en sus ventas.
En esta situación que vive el país le ha tocado ingeniárselas con una pulpería para solventar algunos gastos, sin embargo la panadería sigue siendo su pasión, el pan es de calidad, buen tamaño y precio asegura.
La esperanza de doña Lesbia es hacer que otras mujeres también aprendan y se enamoren de la tarea de hacer pan, asegura que les permite demostrar sus habilidades y de paso obtiene crecimiento económico, ser sus propias jefas, finaliza diciendo que «emprender es prosperar».